Kebyart Ensemble: Respirando juntos
El gong kebyar es un tipo de gamelán cuyo virtuosismo y energía provoca, en la isla de Bali, el éxtasis de las audiencias. El mismo objetivo se fijaron en 2014 cuatro jóvenes saxofonistas de la ESMUC al crear el Kebyart Ensemble. Pere Méndez (saxo soprano), Víctor Serra (saxo contralto), Robert Seara (saxo tenor) y Daniel Miguel (saxo barítono) conforman desde entonces una agrupación que en pocos años ha logrado establecerse como una de las más brillantes realidades no sólo en el panorama del cuarteto de saxofones, sino en el de la música de cámara en general. Ganadores de importantes premios nacionales e internacionales, han sido seleccionados como ECHO Rising Stars, lo que los llevará a actuar en las principales salas de conciertos europeas. Al mismo tiempo que profundiza en su conexión con la tradición, el Kebyart Ensemble impulsa una importante ampliación del repertorio para saxofón tanto a través de arreglos como por medio de encargos y estrenos de obras de nueva creación.
¿Cómo surge la idea de formar el grupo?
Nos conocimos en la Escuela Superior de Música de Cataluña (ESMUC), en la clase de saxofón de Nacho Gascón. A veces uno está muy enfocado en sus estudios, en su vida, en el deseo de ser solista, pero en nuestro caso nos lo pasábamos mejor cuando compartíamos la música con otras personas. Las oportunidades de tocar juntos eran las que nos llenaban más a los cuatro, y esto fue decisivo a la hora de formar el cuarteto. Otro aliciente fundamental para nosotros fue ver a grupos como el Cuarteto Casals y constatar la profundidad a la que podía llegar el mensaje musical en un trabajo conjunto. (…)
¿Cuáles han sido en su opinión los momentos clave de la historia del Kebyart desde su fundación?
Uno de esos momentos clave fue ganar el Primer Palau en 2016. Esta victoria nos permitió asentar nuestro proyecto y creer en él. Además, fue importante tener el aval de una institución como el Palau de la Música de Barcelona, con el que mantenemos una buena relación y con el que hemos podido hacer realidad nuestro segundo momento de vital importancia, la nominación al ECHO Rising Stars 2021-2022, gracias al cual realizaremos una gira por las principales salas de conciertos europeas. Empezamos el pasado mes de octubre en la Philharmonie de Luxemburgo y terminaremos el próximo mes de mayo en el Concertgebouw de Ámsterdam. A estos dos hitos, relacionados con nuestra trayectoria profesional, nos gustaría añadir un tercero de carácter más personal, es decir, el hecho de desplazarnos a Suiza como cuarteto para seguir nuestros estudios. En Barcelona ya trabajábamos diariamente, pero dejar nuestros sueños individuales atrás y comprometernos hasta el punto de viajar a un país nuevo, convivir con otra cultura y dedicar al proyecto todas nuestras fuerzas ha sido una demostración de compromiso fundamental para todos nosotros.
¿Han sentido alguna vez cierto recelo por parte del público o de los programadores de la clásica hacia su plantilla, como si fuera algo ajeno a la tradición del género?
Sí, dese luego. Hay que hacer aún pedagogía para justificar nuestra formación, pero a nosotros nos gusta defenderla a través de la conexión constante con la tradición de la clásica. Hemos procurado profundizar en los lenguajes de compositores que no han escrito para saxofón porque los consideramos esenciales para tocar bien todo tipo de música, la del pasado y la de hoy en día. Además, nos gusta reivindicar la tradición clásica del saxofón. El saxofón nace en el siglo XIX para ser un instrumento de clásica. Es cierto que en el siglo XX se popularizó en el mundo del jazz, pero el propósito del saxofón era ser un instrumento que pudiese unificar la familia de instrumentos de viento madera y viento metal. El hecho de renunciar a una formación por no tener una tradición tan sólida es una lástima, porque significa privarte de una sonoridad especial, única y diferente. Creemos firmemente que el siglo XXI es el siglo del cuarteto de saxofones y estamos aquí para demostrarlo. Creemos que la música clásica necesita formaciones más heterogéneas y a nosotros nos gusta aportar esta frescura, pero desde el respeto pleno a la tradición. No nos consideramos rompedores. El cuarteto de saxofones se fundó en el siglo XIX al mismo tiempo que se creó el instrumento. Nosotros recogemos una tradición y la ponemos al servicio de la actualidad. (…)
Otra forma de justificar y hacer pedagogía de su formación es conseguir que grandes compositores de la actualidad escriban para el saxofón y para ustedes.
Cuando ganamos el Primer Palau en 2016, lo primero que pensamos de cara al concierto del año siguiente fue encargar a un compositor un nuevo cuarteto. El resultado fue el primer cuarteto de saxos de Joan Magrané, que desde entonces ha escrito otros dos más. La idea debió de gustarle. Luego hemos estado colaborando con otros compositores. Desde el principio hemos tenido claro que una de nuestras misiones como intérpretes y como músicos es la de fomentar un nuevo repertorio, ya sea de autores nacionales e internacionales, más consagrados y menos. Ensanchar el repertorio y trabajar con los compositores nos encanta porque la comunicación es bidireccional. En nuestro próximo disco incluiremos la primera grabación mundial de Lectures différentes, que Peter Eötvös escribió en 2014. Es una obra que hemos tocado mucho los dos últimos años. Lectures différentes se basa en la idea de construir un movimiento, una escena, y con el mismo material hacer a continuación una música completamente distinta. De alguna manera es una metáfora de lo que nosotros hacemos como cuarteto de saxofones: coger una pieza del pasado y dar al material una interpretación diferente partiendo de esta misma esencia. (…)
Stefano Russomanno
[Foto: Igor Studio]
(Extracto de la entrevista publicada en el nº 379 de SCHERZO, de diciembre de 2021)