Yago Mahúgo, por fandangos
EL CUADERNO DE DON CARLOS
Obras de D. Scarlatti, Soler y Boccherini. Yago Mahúgo, clave y fortepiano. Pedro Estevan, castañuelas. CANTUS 9661-2 (2 CD)
Hay que reconocer que Yago Mahúgo siempre sorprende, de una forma u otra, con cada nuevo trabajo. Y esta es una virtud que no tienen todos. Si hace año y medio, en pleno confinamiento pandémico, se convertía en el primer músico ‘clásico’ del mundo que grababa un disco en remoto (él, tocando en la sierra madrileña; el ingeniero de sonido, registrando en Palma de Mallorca, y el productor, asesorando desde Valladolid), ahora presenta un álbum doble dedicado a tres de las principales figuras del XVIII español: Domenico Scarlatti, Antonio Soler y Luigi Boccherini, con sus respectivos fandangos, además de incluir varias sonatas de los dos primeros (K. 1, 32, 34 y 213, y nº 15 y 115, respectivamente). Para el primer CD utiliza un clave y para el segundo, ese mismo clave con acompañamiento de castañuelas (las del mítico percusionista Pedro Estevan, en los tres fandangos) y un fortepiano (solo para las sonatas). El arreglo del Fandango de Boccherini se debe al propio Mahúgo.
El Don Carlos al que alude el título del álbum es el inglés Charles Cecil Roberts, quien tras completar el Grand Tour que los jóvenes nobles ingleses hacían a Italia (ahí nació el turismo), viajó más tarde a la capital España para asistir a la boda de Jacobo Fitz-James Stuart, quinto duque de Berwick, aprovechando la coyuntura para hacerse con un buen número de partituras de la música que sonaba en aquel Madrid dieciochesco, entre ellas, el Fandango de Soler.
Al clave o al fortepiano, las lecturas de Mahúgo son espléndidas, llenas de imaginación, energía y exuberancia ornamental. Tanto, que me atrevería a decir que su Fandango de Soler —el de clave solo— entra ya en mi particular podio (junto al de Diego Ares, en Pan Classics, y al del llorado Nicolau de Figueiredo, en Passacaille). Presentación y notas óptimas, como es norma en Cantus.
Eduardo Torrico
(Crítica publicada en el nº 385 de SCHERZO, de junio de 2022)