Válvulas para auriculares
Las válvulas o lámparas de vacío fueron los primeros dispositivos electrónicos de amplificación; más de un siglo después, siguen plenamente vigentes en algunos usos.
Ya hemos hablado de válvulas en esta página con anterioridad, y lo volveremos a hacer, pues no en vano su uso en amplificadores y otros aparatos de sonido está totalmente al día pese a ser tecnología con más de un siglo a sus espaldas. El primer lugar donde siguen vigentes es precisamente donde se genera la música grabada: muchas grabaciones —me atrevo a decir incluso que la mayoría de las mejores— usan micrófonos amplificados con válvulas. En el otro extremo, las podemos encontrar en amplificadores para auriculares que nos acerquen lo más posible a ese sonido original.
Para el equipo de sonido tenemos algunos lectores cd y convertidores digital-analógico (DAC) que llevan válvulas en su circuitería; por supuesto, también se usan en amplificadores. Los transistores, que en un momento dado hace medio siglo parecían el ‘futuro’, tienen sus ventajas (menos consumo, menos delicados, menos volumen), pero no siempre consiguen la musicalidad de las válvulas, sobre todo cuando se llevan al límite (las válvulas distorsionan de forma más natural al oído). Y. por supuesto. están otras dos cualidades: su encanto (la moda retro que nos invade en tantos aspectos) y la facilidad de poderlas reemplazar para cambiar ligeramente el perfil sonoro al gusto, según el tipo u origen (con un mercado de válvulas antiguas con precios a veces sorprendentes).
En amplificadores la única limitación es la potencia disponible, si los altavoces son muy exigentes o difíciles de controlar. En uso doméstico normal o en un equipo compacto (habitación) serán suficientes: se suele decir que el más importante es el primer vatio (en escucha normal sorprende descubrir que pocas veces se supera ese umbral) así que, si luego tenemos 20 o 30 W, o algunos más, bastará. Pero hay un uso para el que son ideales en pequeños (o no tanto) amplificadores de válvulas: auriculares. No necesitan la corriente de unos altavoces, y es la forma más íntima de conectarnos al sonido de las válvulas… ¶
No hace falta gastar mucho y se pueden encontrar amplificadores para auriculares en páginas de compras chinas a precios sorprendentes, y algunos no funcionan mal… Pero con cierta garantía, el Taga-Harmony THDA-500T (350 euros) es un buen principio que incluye entrada USB digital (perfecto si lo usamos mientras trabajamos, con el ordenador cerca). Si ascendemos un poco en precio, el HifiMan EF100 (500 euros) también incluye entrada usb. Otro escalón nos permite entrar en la gama de un especialista en válvulas y auriculares, Feliks Audio, con dos modelos (Echo Mk2 por 800 euros y Elise MkII por 1.600 euros) interesantes para quienes quieran empezar a ponerse serios con el tema. Podríamos seguir con el Icon Audio HP8 Improved (1.800 euros) de otro especialista en válvulas. Y para serio, aunque podríamos seguir, el nuevo aparato de la mítica marca americana McIntosh precisamente con válvulas para auriculares: el MHA200 (4.000 euros) [foto superior]. ¶
(Nota: los precios son PVP recomendado en la fecha de la publicación, mayo de 2022)
Josep Armengol
(Artículo publicado en el nº 384 de SCHERZO, de mayo de 2022)