VALENCIA / El mejor Tebar

Valencia. Palau de les Arts. 9-I-2021. Dvorák, Concierto para violín y orquesta / Schumann, Cuarta sinfonía. Leticia Moreno, violín. Orquesta de Valencia. Director: Ramón Tebar.
El veterano director de orquesta sajón Hartmut Haenchen (Dresde, 1943) se vio obligado a cancelar su concierto programado con la Orquesta de Valencia por haber dado positivo en coronavirus. En su lugar, se hizo cargo del programa el valenciano Ramón Tebar, que firmó curiosamente una de sus mejores —o menos malas— actuaciones con la orquesta de la que aún es titular. Fue con una bien planteada y estudiada Cuarta sinfonía de Schumann en la que se impuso el gobierno energético, impulsivo y poco elegante de una batuta que en este tipo de obras de anárquica estructura parece encontrar la horma de su zapato. Desajustes instrumentales tan notorios como algunas entradas precipitadas en la sección de violines o una sección de trompas que no tuvo su mejor día apenas alcanzaron a desdibujar el trazado general y el buen tono de tan vital y resplandeciente Schumann.
Antes, en la ‘primera parte’ de este programa sin pausa, la violinista Leticia Moreno (Madrid, 1985) se adentró en el Concierto de Dvorák desde una perspectiva tibia, incómoda y poco cuajada, como si el concierto aún no estuviera suficiente rodado. Algo que sorprende en una artista de sus tablas, personalidad y aplomo. Ya desde la frase que abre el Allegro ma non troppo inicial, dicha de modo dubitativo e impreciso, se vislumbró una lectura ligera y contenida, alejada del lirismo intenso que atesora el concierto y de esos nostálgicos aires folclóricos tan propios en la obra del compositor bohemio. Solo en algunas cálidamente cantadas frases del Adagio central se reconocieron a la artista efusiva y apasionada, y su característico arte violinístico. El público, escaso en un día frío, triste y gris, la aplaudió con afecto, reconocimiento y largueza, pero no hubo espacio para algún bis. Posiblemente, más a causa del toque de queda (a las 22:00 horas todos en casa, peor que Cenicienta) que por falta de aplauso. Curioso que Leticia Moreno tocara sin mascarilla, mientras que todos los músicos de cuerda de la orquesta y el propio maestro actuaron enmascarillados. ¿Hay criterio?
Justo Romero