Un reconocimiento coral a la gran Kaija Saariaho
KAIJA SAARIAHO:
Reconnaissance (obras corales). Coro de Cámara de Helsinki. Dir.: Nils Schweckendiek. BIS (1 CD)
Pocas semanas después de la muerte de Kaija Saariaho, el sello BIS ha publicado un volumen dedicado a su obra coral, un apartado relativamente poco conocido de su producción que, sin embargo, contiene joyas de un inmenso poder de fascinación. Saariaho es célebre sobre todo por sus descarnadas óperas y sus complejas texturas orquestales, pero en las notas del álbum, redactadas por la propia compositora, admite que siempre le había interesado escribir para coro, afirmación que corrobora con creces el presente registro. Kaija escribía no solo maravillosamente bien para coro, sino que lo hacía con su propio e inimitable estilo.
Nacida en Finlandia, aunque jamás amedrentada por la sombra de Sibelius, Saariaho estudió con la vanguardia europea y halló su propia voz mientras jugueteaba con los primeros ordenadores en el Ircam de Pierre Boulez en París. La pieza que abre el programa, Nuits, adieux, emplea la electrónica en directo de la que Boulez fue pionero en Répons, sin integrarla plenamente en su caso. Lo que Saariaho crea es un paisaje sonoro muy personal de gritos, respiraciones dificultosas, juegos amorosos, acústica de iglesia y todo tipo de onomatopeyas, expresados por sólo cuatro cantantes con el concurso de la electrónica en directo. En todo caso, si a usted le molesta la electrónica, hay en este álbum una versión alternativa que prescinde de ella, para cuatro cantantes y coro completo.
El programa, magníficamente interpretado por el Coro de Cámara de Helsinki bajo la dirección de Nils Schweckendiek, incluye cuatro primeras grabaciones mundiales. Todas las obras muestran la característica fijación de la autora por el texto, siempre tratado de forma fragmentaria; frases en francés, en inglés, en latín y en alemán que puntúan el paisaje sonoro y a veces nos recuerdan a Messiaen y Ligeti. La pieza que da título al disco proclama una ambigüedad intencionada. En inglés, ‘reconnaissance’ significa una maniobra militar de reconocimiento del territorio enemigo. En francés, implica un reencuentro con algo o con alguien, generalmente con uno mismo.
La pieza está imbuida de una mágica introspección , como si abarcara la vida entera de la compositora y todos sus intereses artísticos y musicales, desde la música medieval hasta la exploración espacial. La percusión y el contrabajo aportan una dimensión de fatalidad y perturbación. Reconnaisance no es únicamente una de las últimas obras de Saariaho (fue compuesta durante la pandemia) sino una impresionante obra maestra por derecho propio. ‘Así fue nuestra revolución final’, concluye. Pero nada concluye nunca, y la música de Saariaho, que nadie lo dude, permanecerá para siempre.
Norman Lebrecht