Un irlandés con oficio (canciones y arreglos de John F. Larchet)
LARCHET:
Complete Songs and Airs / Raphaela Mangan, mezzosoprano. Gavan Ring, barítono. Mia Cooper, violin. Verity Simmons, violonchelo. Niall Kinsella, piano / CHAMPS HILL RECORDS 151 (1 CD)
John Francis Larchet (Dublín, 1884-1967) es un compositor tan desconocido hoy como activo a lo largo de su vida y una de las figuras del renacimiento cultural irlandés de la época de la independencia. En él participó desde la política y desde el arte —sus padres regentaban el Larchet’s Hotel and Restaurant en el centro de Dublin, mencionado, por cierto, por Joyce en su Ulysses—, como profesor, organizador de conciertos y, sobre todo, como compositor ligado también a su tiempo, por ejemplo escribiendo música incidental para alguna pieza teatral del casi veinte años mayor que él W. B. Yeats.
A pesar de todas las crisis, la activa industria fonográfica independiente británica no cesa de aportar descubrimientos o puestas al día de un patrimonio, como todos, no siempre de primera clase pero que también ofrece nuevas perspectivas para hacernos una idea cabal de un conjunto solo aparentemente homogéneo. Dando por descontado el desinterés del aficionado al que en principio la música de las Islas no le interesa, sí habría que decirle al que representa la visión contraria que aquí estamos ante un compositor de raigambre claramente tradicional, dotado de un oficio incuestionable y con una muy especial buena mano para las formas que lo traen: las canciones y los arreglos de temas populares. Las primeras se basan en textos cuyos autores más representativos son Shelley y Yeats, algunos procedentes de la tradición gaélica y otros que son recordatorios de la grandeza de la nueva patria, como los de Francis Arthur Fahy. Son todas canciones románticas en su factura —también en su apelación al pasado o a la nación— que traducen con mucha eficacia el lirismo o la evocación de sus textos, que saben utilizar los recursos de los cantantes con mucha inteligencia y en las que a veces el papel del piano adquiere muy buenas cualidades. Los arreglos de viejas canciones populares irlandesas que también incluye el disco están escritos para violín y piano y enseguida reconoce en ellos el oyente tanto su origen como la buena fortuna que han ido haciendo por todas partes a lo largo del tiempo.
Las interpretaciones son magníficas. Es difícil pensar en alguien que pueda tomarse esta música con la seriedad y el cariño con que lo hacen todos, animados por el que parece ser su alma, el pianista Niall Kinsella, en este disco, una suerte de servicio a una causa que no quieren dar por perdida. Añadamos una magnífica toma de sonido, unas excelentes notas al programa de Andrew Stewart y la presencia de todos los textos.
Luis Suñén