Triste y precioso
Signum Quartett.
Ins stille Land. Schubert, Cuartetos D.74 y D.810 “Der Tod und das Mädchen”. Ocho transcripciones de lieder para cuarteto / Signum Quartett. Pentatone. 79.20.
He aquí un CD triste y precioso para aficionados de morro fino. El Signum Quartett es una formación creativa, no graba discos convencionales. Este es el segundo que repasa la música de Schubert relacionando la voz con la cuerda.
El joven Schubert fue prolífico sobre todo en canciones y cuartetos. Aquí se graba uno de sus mejores ejemplos juveniles, el D.74 de 1813, cuando el músico contaba dieciséis años. Es una pieza sólida y perfecta, poco considerada en concierto por puro desconocimiento. Lo acompaña el famoso D.810, Der Tod und das Mädchen de 1824, que pierde algo de sentido en su traducción porque la muerte, en alemán, es masculina y propiamente seductora de doncellas como aparece en tantos grabados y pinturas barrocos. Sus cuatro movimientos en menor tienen una cruel atmósfera de acabamiento que anuncia la conciencia del final que atormentaba a su autor, ya muy enfermo de sífilis.
El viola del cuarteto, Xandi van Dick, ha llevado a cabo una maravillosa tarea: ha transcrito ocho líderes para que los interprete su formación. Las versiones son bellísimas y arropan perfectamente a los dos cuartetos. Así, Abendstern, Das Grab o Schwanengesang, certifican y abundan en ese deseo de muerte que impregna todo el disco y que resume el título del CD: In stille Land, en la tierra del silencio, es decir, la tumba.
Es cierto que hay decenas de versiones espectaculares del D. 810, una de las cumbres de la camerística romántica, y no seré yo quien recomiende alguna de las históricas, pero es que la versión del Signum Quartett no se limita a la letra del cuarteto: la atmósfera con que lo arropa le da una vida nueva y especial, como si el fondo de un cuadro fuera capaz de transformar el sentido de las figuras.
Félix de Azúa