Teatro del Lago: descentralizando el acceso a la cultura en las puertas de la Patagonia.
Es un hecho que la oferta cultural y educativa tiende a concentrarse en las grandes ciudades y capitales del mundo. Así, el acceso directo a la formación o a eventos artísticos en vivo presenta una barrera suplementaria para aquellas personas que viven en zonas remotas o de difícil acceso. Algunas instituciones han intentado sortear esta barrera ofreciendo novedosos servicios de transporte para intentar acercar a la población a las urbes culturales, haciendo giras artísticas rurales o a través de la creación de una amplia oferta digital. Pero el caso de Frutillar es único en el mundo, porque a través de la colaboración público-privada se ha construido un proyecto de desarrollo regional para implementar un plan estratégico cuyo objeto es promover las industrias creativas, el turismo, la educación y el cuidado de su entorno en los próximos treinta años.
El epicentro de este plan de transformación es el Teatro del Lago, una institución que en 2014 fue reconocida como patrimonio cultural de Chile y que ha conseguido articular el turismo con la música, la artesanía, la gastronomía y el sector audiovisual, posicionando a Frutillar como destino creativo internacional. El teatro acoge una media de 250.000 visitantes al año, de los cuales más de un 60 por ciento lo constituyen nuevos públicos procedentes de 18 países de Europa, Asia y América. Desde 2017, Frutillar tiene, además, el reconocimiento de la UNESCO como Ciudad Creativa de la Música.
Lo que hace único también al Teatro del Lago es su ubicación: se trata del teatro más austral del mundo. Ubicado en el extremo sur del continente americano, frente al estratovolcán Osorno (A 2.600 metros de altura, en la cordillera de Los Andes), es la puerta de entrada a la Patagonia chilena y es allí, y no en Santiago, donde ha logrado consolidarse como uno de los principales escenarios del continente.
Lo que hace único también al Teatro del Lago es su ubicación:
se trata del teatro más austral del mundo
Frutillar, como muchas regiones de América Latina, es una región compleja, pluricultural y llena de retos, en la que confluyen habitantes de los pueblos originarios chilenos con colonias alemanas, pero en la que también abundan la desigualdad y las constantes tensiones territoriales. El teatro es una inversión intencionada, un esfuerzo legítimo encaminado a disminuir la brecha social, acercar oportunidades a la comunidad e integrar el territorio. “Es un centro artístico, cultural y educativo, con el ideal de contribuir a elevar la calidad de vida, mejorando la educación a través de la música y las artes y así, lograr una sociedad más integrada, diversa e innovadora”, así lo definen.
A este paraíso remoto han llegado artistas internacionales como Yo-yo Ma, Valery Gergiev, Sonya Yoncheva, Maxim Vengerov, Chick Corea, Paquito D’Rivera, Diana Damrau y orquestas como la Sinfónica de Bamberg o la Orquesta Mariinski. Todos ellos envueltos en el proyecto educativo, apoyando los procesos de los estudiantes locales a través de clases magistrales, conferencias y participaciones artísticas conjuntas.
La Escuela de las Artes Teatro del Lago fue creada en el año 2007, como parte central de la misión del teatro “ofreciendo un espacio donde se desarrollan las disciplinas del cuerpo y los sentidos, como la música, las artes visuales, el teatro y la danza, entregando experiencias artísticas y educativas”, convirtiéndose en un valioso espacio de encuentro y desarrollo para niños, jóvenes y adultos de la comunidad de Frutillar y de ciudades aledañas de la región.
Desde 2014, la escuela cuenta con un grupo de músicos, el Ensemble Residente Teatro del Lago, conformado por jóvenes músicos profesionales que trasladan su residencia a la comunidad de Frutillar para que, además de ofrecer conciertos de música de cámara, puedan formar a los profesores estables de la Escuela de las Artes; así, todas las experiencias artísticas que llegan a la región se convierten en oportunidades educativas y de propagación del conocimiento.
La EdlA, tiene un sistema de becas apoyado por los Amigos Teatro del Lago que, desde su origen, ha becado con financiamiento total o parcial a los alumnos que quieran aprender, pero cuya condición socioeconómica no lo permita. En los últimos diez años, un 45 por ciento de los alumnos de la Escuela de las Artes pudieron participar de los cursos gracias a una beca. La escuela está enfocada en la integración social, y el proyecto curricular considera el desarrollo artístico “como un medio para favorecer la auto realización, aumentar la autoestima y propiciar el autoconocimiento”.
Tanto el plan de desarrollo estratégico regional como la labor artística y educativa del Teatro del Lago y de su Escuela de las Artes continúan dando frutos: durante 2022 tienen casi 400 estudiantes, provenientes de 17 ciudades diferentes de la región, de los cuales el 40 por ciento están becados. Además, se calcula que por cada dólar que se ha gastado en el Teatro del Lago, 5,6 dólares benefician a la ciudad. Un claro ejemplo de los múltiples réditos que se obtienen al descentralizar la oferta educativa y cultural, y de la gran potencia que es el esfuerzo conjunto de la inversión público-privada para la transformación de una sociedad. ¶
Nathaly Ossa
(Artículo publicado en el nº 390 de SCHERZO, de diciembre de 2022)
1 comentarios para “Teatro del Lago: descentralizando el acceso a la cultura en las puertas de la Patagonia.”
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