Talamanca del Jarama / El ángel en la iglesia
Talamanca del Jarama. Iglesia de San Juan Bautista. 7-VII-2019. Johann Rose, viola da gamba. Miguel Rincón, tiorba. Obras de Marais y De Visée.
No se me ocurre un sitio mejor para tocar la música de un ‘ángel’ que una iglesia. Aclaro: el ‘ángel’ se llama Marin Marais. O más que llamarse, le llamaban así, para diferenciarlo del ‘diablo’, que era Antoine Forqueray. Marais y Forqueray fueron los dos violagambistas más grandes de la corte de Luis XIV en Versalles. Y probablemente, de toda la historia de la viola da gamba. Sus contemporáneos decían que Marais tocaba (y componía) como un ángel y que Forqueray lo hacía como un diablo. Tal vez la anécdota tenga mucho de exageración, pero es ciertamente hermosa, como todas las anécdotas que pretenden reflejar el antagonismo entre dos genios de la música. Hoy en día, el de Marais es un apellido que resulta familiar a todo melómano que se precie, en parte por su música, pero también gracias a la película Todas las mañanas del mundo. Sí, esa película que protagonizó Gérard Depardieu, aunque el verdadero protagonismo recaía en Jordi Savall, que era el que en realidad tocaba la viola da gamba. Han pasado casi treinta años desde que se estrenara el film de Alain Corneau, pero aún resuena como un trueno la famosa frase de Woody Allen cuando le comentaron que Todas las mañanas del mundo había batido todos los récords de taquilla en Francia: “¿Una película sobre música barroca la más taquillera? ¡Estos franceses están locos!”.
Dentro del festival Clásicos en Verano de la Comunidad de Madrid, la violagambista Johanna Rose y el tiorbista Miguel Rincón proponían un programa con obras de Marais, más un par de piezas para tiorba sola de Robert De Visée, que venía a ser a la tiorba lo que Marais era a la viola da gamba. En ese auténtico pandemónium que es Clásicos en Verano (149 conciertos en tres fines de semana, es decir, en nueve días), a Rose y Rincón les tocó en suerte la Iglesia de San Juan Bautista, en uno de esos municipios del Madrid (región) profundo: Talamanca del Jarama. Una localidad que desde tiempos inmemoriales tuvo una enorme importancia: lo atestiguan su puente romano sobre el arroyo del Caz, sus restos visigóticos, su gran muralla árabe, su cartuja del siglo XVII (en proceso de rehabilitación) y, sobre todo, el ábside de la Iglesia de San Juan Bautista, uno de los contados vestigios románicos que quedan en la Comunidad de Madrid. La iglesia se completó con la nave central, levantada en el siglo XVII, pero ese ábside le confiere una acústica inigualable. Dudo mucho de que haya algún espacio en toda la comunidad madrileña que posea una acústica mejor que esta.
La elección de las obras del programa estaba hecha con mucha habilidad, pues incluía algunas de los grandes hits de Marais: la Fête Champêtre, Le Bijou, Le Tourbillon, L’Árabesque, La Superbe, La Reveuse, Le Badinage y, por supuesto, las electrizantes Les folies d’Espagne, además de esa pequeña gran joya para tiorba sola de De Visée que es la Passacaille del Manuscrito Vaudry de Sauzenay. Rose y Rincón llevan muchos años tocando juntos, porque ambos son integrantes habituales de La Accademia del Piacere. Uno, Rincón, es sevillano de pura cepa; otra, Rose, es sevillana de Tübingen, algo de lo que no pueden presumir muchos. Sin embargo, creo no equivocarme si digo que era la primera vez que tocaban como dúo. Y la experiencia resultó tan gratificante (para los oyentes, y espero que para ellos también) que confío en que se repita muchas veces, pues se entienden a la perfección. Tampoco soy muy original si digo que hay pocos instrumentos que empasten tan bien como una viola da gamba y una tiorba. Sobre todo, si se tocan de forma tan excepcional.
Rose es pura elegancia. Y transparencia. Con ella se cumple ese dicho de que la viola da gamba es el instrumento que más se asemeja a la voz humana. Por eso, una de las obras más célebres de Marais (¡lástima que no se incluyera en este programa!) es Les Voix humaines. Y Rincón es uno los más conspicuos tiorbistas del momento presente. Por eso toca regularmente con las principales formaciones europeas: la Akademie für Alte Musik Berlin, Il Pomo d’Oro, Les Musiciens du Prince-Monaco, la Orquesta Barroca de Sevilla… Fue algo digno de enmarcar, porque rara vez confluyen tantas y tan magníficas circunstancias: la música de Marais (y de De Visée), la interpretación del dúo y la increíble acústica de la Iglesia de San Juan Bautista.
Eduardo Torrico