Stéphane Lissner, reintegrado como superintendente del Teatro San Carlos de Nápoles por decisión judicial
El culebrón del Teatro San Carlos de Nápoles da un nuevo e inesperado giro. Desde el pasado 1 de junio, el coliseo napolitano había “jubilado” forzosamente a su superintendente y director artístico, Stéphane Lissner, antes de la expiración de su mandato, prevista para el 31 de marzo de 2025. La decisión se amparaba en una ley recién aprobada por el gobierno italiano sobre la sobre la edad de jubilación. En la práctica, se aprovechó una interpretación restrictiva de dicha ley para rescindir de manera unilateral el contrato de Lissner una vez que éste cumpliera los 70 años y asignar así el puesto de superintendente del San Carlos de Nápoles al antiguo director general del ente de radiodifusión pública (RAI), Carlo Fuortes.
Lissner acudió a los tribunales de justicia y el Tribunal de Nápoles ha admitido su recurso al reconocer que la rescisión de su contrato antes de tiempo debe considerarse ilegítima. Como medida cautelar, el antiguo superintendente tendrá que ser reintegrado en sus anteriores funciones. Lissner ha comentado la decisión como “un acto de justicia, después de pasar meses en un ‘limbo’ que no merecía pero que no merecían sobre todo el Teatro San Carlos y la ciudad de Nápoles. Hoy, el Tribunal de Nápoles ha dado la primera y fundamental señal de que mi despido fue un acto ilegítimo y ad personam, desprovisto de esos contenidos de cultura jurídica que deben guiar todo orden democrático”.
(foto: Elsa Haberer/Ópera Nacional de París)