Sobre la huelga de la Sinfónica de Sevilla y la libertad de expresión
El pasado miércoles 12 de abril Diario de Sevilla publicó un informe firmado por Pablo J. Vayón sobre el conflicto que trabajadores de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla mantienen con su empresa (OSSA), una sociedad mercantil de capital público, participada al 50% por Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Sevilla. Junto a ese informe, se publicaba también una columna de opinión firmada por Andrés Moreno Mengíbar.
Esta mañana la Junta Directiva de AMPOS (Asociación de Músicos Profesionales de Orquestas Sinfónicas) ha hecho pública una carta abierta enviada a Salomón Castiel Abecasis, secretario general de cultura de la Junta de Andalucía y presidente del consejo de administración de OSSA, y Antonio Muñoz Martínez, alcalde del Ayuntamiento de Sevilla y vicepresidente del consejo de administración de OSSA, en la que se incluye este párrafo sencillamente intolerable: “Con estas declaraciones queremos mostrar nuestro apoyo incondicional a la plantilla. Especialmente después de la reacción orquestada por el Diario de Sevilla a través de varios artículos de opinión en los cuales se ha puesto en entredicho la profesionalidad del profesorado de la orquesta y se ha cuestionado su legítimo derecho al ejercicio de la huelga, desinformando de manera intencionada e intentando crear una opinión desfavorable a sus más que justificadas reivindicaciones”.
Por alusiones, nos gustaría puntualizar lo siguiente:
- Diario de Sevilla no ha orquestado ninguna reacción a nada. Diario de Sevilla simplemente ha publicado dos piezas de quienes vienen ejerciendo la crítica musical en sus páginas desde la publicación del primer número del periódico (28 de febrero de 1999) sobre un tema de obvio interés para sus lectores.
- Diario de Sevilla no ha publicado varios artículos de opinión, sino un informe con datos contextualizando las reivindicaciones de los trabajadores de OSSA y una columna de opinión sobre el mismo tema. Cada uno de los firmantes de esas piezas somos responsables por separado de su contenido.
- En ningún punto de esas dos piezas periodísticas se ha cuestionado en ningún momento “el legítimo derecho al ejercicio de la huelga”. Lo que se cuestiona, de forma abierta y en absoluto dogmática, es si las reivindicaciones de los trabajadores de OSSA justifican la extrema medida adoptada, no su legitimidad de iure.
- Afirmar que en esas dos piezas periodísticas se desinforma “de manera intencionada” representa un juicio de intenciones completamente inaceptable. Ambos artículos, de carácter radicalmente diferente entre sí, se sostienen sobre datos y argumentos que pueden ser contrastados y criticados, pero con datos y argumentos, no con burdas descalificaciones ad hominem y sin aportar ni un solo indicio de prueba de las supuestas “desinformaciones”.
- Las opiniones y valoraciones contenidas en esos dos artículos son exclusiva responsabilidad de sus firmantes, quienes ejercen con ellos su derecho a la libertad de expresión y de información tal y como queda recogido en el artículo 11 de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea.
- Si con esta torticera mención a nuestro trabajo en una carta pública enviada a las dos máximas autoridades representadas en el Consejo de Administración de la ROSS se pretende coaccionarnos o amedrentarnos a la hora de informar y opinar del conflicto abierto entre OSSA y sus trabajadores, abandonen toda esperanza. Con esta nota, reiteramos nuestro compromiso con la libertad de expresión y reivindicamos nuestro derecho a seguir publicando todas aquellas informaciones y opiniones sobre el particular que consideremos pertinentes.
Pablo J. Vayón
Andrés Moreno Mengíbar
