SEVILLA / Buen inicio de temporada con ‘Roberto Devereux’
Sevilla. Teatro de la Maestranza. 8-XI-2022. Donizetti: Roberto Devereux. Yolanda Auyanet, Ismael Jordi, Nancy Fabiola Herrera, Franco Vassallo, Alejandro del Cerro, Javier Castañeda y Ricardo Llamas. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y Coro de la A.A. del Teatro de la Maestranza. Director musical: Yves Abel. Director de escena: Alessandro Talevi.
Última de las cuatro óperas Tudor de Donizetti, en Roberto Devereux predomina el drama psicológico muy por encima de los aspectos espectaculares, pues los escenarios a lo largo de los tres actos se limitan a interiores y el movimiento escénico tiende al intimismo. Pero en esta producción de la Welsh National Opera el director escénico, Alessandro Talevi, ha querido traspasar esos límites y ha tenido la idea de mostrar el drama mediante una gigantesca araña como símbolo de las redes del poder.
La idea es buena, pero igual que la poesía no se escribe con ideas, sino con palabras, como ya puntualizara Mallarmé, las puestas en escena no se realizan con ideas, sino con imágenes y movimientos; y esa araña, primero como pequeña tarántula en un acuario, y luego como artefacto a manera de trono, cuyas pesadas patas de hierro movían las mujeres del coro, resultaba un espectáculo un tanto fallido. Tampoco era necesaria la violencia de malos tratos entre Nottingham y Sara, que casi dejaba atrás a Otelo con Desdémona. Sin embargo, buena parte de las carencias de la puesta en escena se compensaron con un diseño de iluminación, debido a Matthew Haskins, que supo combinar luces y sobre todo sombras muy próximas al espíritu del drama.
En cuanto a las voces, la más rotunda fue la del barítono italiano Franco Vassallo como Duque de Nottingham, que en todo momento supo expresar tanto el canto a la amistad en un principio como su sed de venganza posterior. Estuvo bien secundada por Nancy Fabiola Herrera, aunque hubiera sido deseable una mayor dulzura en ciertos pasajes. La Elisabetta de Yolanda Auyanet salió airosa de su complicado papel, mostrándose una magnífica actriz que conmovió en su vocalmente temible escena final.
También caló hondo Ismael Jordi, que salvó su noche en la despedida antes de morir, ya que en actos anteriores no lució la belleza ni el sentimiento de su voz, al tiempo que como actor no se mostró muy desenvuelto en esos actos. Muy profesionales, los demás: Alejandro del Cerro, Javier Castañeda y Ricardo Llamas; y el Coro, en una de sus mejores actuaciones, con una delicadeza excepcional.
La dirección musical encantó a un público entregado. Yves Abel lució a la Orquesta y acompañó con maestría a los cantantes para que surgiese el bel canto. Buen comienzo de temporada con un título de una exigencia vocal extrema, que hace que no se represente esta ópera como tantas otras del maestro de Bérgamo. Bienvenida a nuestro Teatro.
Jacobo Cortines
(Foto: Guillermo Mendo)