SANTANDER / ‘María de Buenos Aires’: surrealismo porteño
Santander. Palacio de Festivales. 18-II-2022. Piazzolla, María de Buenos Aires. Cristina del Barrio, Juan Laborería, Daniel de la Hoz. Orquesta Sinfónica del Cantábrico. Director musical: Paula Sumillera. Director de escena: Iñigo Santacana.
A afianzar Santander como ciudad de música ha contribuido en los últimos tiempos, además de la creación de un centro de arte como el Botín, que cuenta con una pequeña programación musical, la formación de la primera orquesta profesional de la comunidad, la Orquesta Sinfónica del Cantábrico (OSCAN). De su mano volvía la lírica al Palacio de Festivales después de largos años de ausencia, y lo hacía con esa ‘operita’ que Piazzolla compuso para ser escuchada como los tangos se escuchan en las tanguerías, mezcla de lo inocente y lo perverso, de lo elevado y lo intrascendente, de lo sacro y lo profano, relato del auge, la caída y la resurrección del tango y de la vida porteña, con toda la diversidad de sus habitantes, que es María de Buenos Aires.
Más de cincuenta años después de su estreno en 1968 (es contemporánea del Bomarzo de Ginastera), con sus gotitas de surrealismo, el libreto de Horacio Ferrer sigue siendo un hervidero de enigmas, simbolismos y sugerencias más que de certezas: nada es demasiado evidente, pero el conjunto muestra esa volatilidad que caracteriza a lo moderno. Y la música de Piazzolla tiene todo su aire, su idea del tango como algo vivo que puede abrirse a lo foráneo y no como una danza urbana de farolitos y compadritos, el recuerdo de su formación clásica unido a su conciencia de “galeote de la nostalgia”, como lo describiera Félix Grande.
Para traducir escénicamente la obra Iñigo Santacana buscó la tenebrosa atmósfera de los arrabales, un ambiente invadido por la inquietud y la inseguridad, por la camuflada fragilidad de sus personajes, todos ellos envueltos en juegos de contrastes no siempre bien iluminados. Más problemática fue la parte musical a causa de una amplificación excesiva, tanto de las voces como de la orquesta, que hacía difícil penetrar en las zonas intimistas de la obra y apreciar en su justa medida las buenas cualidades mostradas por Cristina del Barrio, Juan Laborería, Daniel de la Hoz y los demás miembros del elenco. Y aun así, fue patente la entrega que desprendían los músicos de la OSCAN desde el foso, esa manera enérgica de tomar el pulso a la partitura, que de repente se convertía en algo misterioso y oscuro por obra de una directora, Paula Sumillera, con un mundo por delante para seguir haciendo cosas grandes.
Asier Vallejo Ugarte
(Foto: Pedro Puente Hoyos – OSCAN)