ROMA / Primer acierto del proyecto ‘Tríptico recompuesto’

Roma, Teatro dell’Opera, 6-IV-2023 Director musical: Michele Mariotti. Director de escena: Johannes Erath. Luca Salsi, Gregory Kunde, Maria Agresta, Szilvia Vörös, Mikhail Petrenko. Puccini Il tabarro. Bartók: El castillo de Barbazul.
Arrancó en el Teatro Costanzi el primer capítulo del proyecto trienal Tríptico recompuesto, organizado en colaboración con el Festival Puccini de Torre del Lago con motivo del centenario de la muerte de Giacomo Puccini (2024) y deseado por el nuevo director musical del Teatro de la Ópera de Roma, Michele Mariotti.
El proyecto prevé la división del tríptico pucciniano (Il tabarro, Suor Angelica y Gianni Schicchi) en tres dípticos con intervalos anuales. Los tres títulos puccinianos se interpretarán en el siguiente orden: con El Castillo de Barbazul de Bela Bartók, con L’Heure espangole de Maurice Ravel y finalmente con El prisionero de Luigi Dallapiccola.
Il tabarro es una ópera verista, El castillo de Barbazul es expresionista. Musicalmente son lo más distante que uno pueda imaginar. El punto de encuentro se realiza a través de la espléndida lectura de las dos partituras que propone Mariotti, depurando las acrobacias vocales de la tradición verista y situando el acto único de Puccini en una línea de canto más intimista enfocada en el drama de los celos, que relata con gran intensidad dramática. De la obra maestra de Bartók firma una lectura casi onírica, delicada, psicoanalítica, reflejada también en la versión escénica de Johannes Erath, que propone un camino psicoanalítico de conocimiento progresivo de los secretos inconfesables de Barbazul. Al fin y al cabo, aquellos fueron los años de Freud en Viena, a los que se contrapone en clave cinematográfica un Tabarro que ciertamente mira hacia Puccini en América, donde emergía el nuevo arte.
La Orquesta de la Ópera de Roma estuvo en estado de gracia, así como el coro bien preparado por Ciro Visco. Se intuye que el feeling con Mariotti ha sido amor a primera vista.
Los dos repartos fueron de altísimo nivel. El Michele de Luca Salsi, barítono de referencia para este repertorio, tiene una línea de canto perfecta donde las dificultades técnicas son abordadas con sutileza permitiéndole dar credibilidad y profundidad dramática al papel. El público dedicó un caluroso aplauso a Gregory Kunde (Luigi) y a Maria Agresta (Giorgietta), que alcanza cumbres de lirismo al poner su dominio técnico al servicio de la expresividad, por lo que resulta perfectamente creíble en el papel.
En cuanto a la otra pareja formada por Judith (Szilvia Vörös) y Barbazul (Mikhail Petrenko), tan ambiguo es él como expresiva ella en el crescendo que desvela la brutalidad del Príncipe.
Una velada musicalmente espléndida que demuestra el acierto de la idea de Mariotti de hacer dialogar dos títulos tan diferentes. Hubo esporádicos abucheos al director de escena; el público no escatimó aplausos en el final.
Franco Soda
(foto: Fabrizio Sansoni)