Réquiem por la muerte de Paul-Heinz Dittrich (1930-2020)

Fue un nombre fundamental en la creación musical alemana de la segunda mitad del siglo XX, aunque poco conocido fuera de ella. El compositor Paul-Heinz Dittrich falleció en Berlín el pasado 28 de diciembre a los 90 años.
Su página más conocida es quizá el Dies Irae con el que participó en el Réquiem de la reconciliación, una obra colectiva estrenada en 1995 bajo la batuta de Helmuth Rilling para conmemorar los cincuenta años del final de la Segunda Guerra Mundial. La composición de cada una de las catorce secciones de este réquiem había sido encomendada a un músico de reconocido prestigio. Luciano Berio firmaba el Prólogo, mientras que Friedrich Cerha hacía lo propio con el Introitus y el Kyrie. También participaban Krystzof Penderecki (Agnus Dei), Wolfgang Rihm (Communio I), Alfred Schnittke (Communio II), Joji Yuasa (Libera me) y György Kurtág (Epílogo), entre otros.
El recorrido artístico de Dittrich encarna muy bien los avatares ideológicos y artísticos que habían convulsionado Europa en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Nacido en 1930 en Gornsdorf, se había formado en la Musikhochschule de Leipzig entre 1951 y 1956. Desde 1960 había impartido clases de composición, contrapunto y forma musical en la Escuela de Música “Hanns Eisler” de Berlín, hasta que en 1976 fue despedido por no alinearse con los dictámenes del régimen comunista.
Dittrich, uno de los escasos compositores en cultivar un lenguaje vanguardista en la Alemania del Este, trabajó entonces como creador independiente. En 1983, fue el primer compositor de la República Democrática Alemana en recibir un encargo del Festival de Donaueschingen. Al año siguiente, Pierre Boulez le invitó a colaborar en el IRCAM.
Tras la caída del Muro del Berlín, recuperó su plaza en la Escuela de Música “Hanns Eisler” de Berlín, donde fue profesor de composición entre 1990 y 2002. En 1991 fundó y dirigió el Brandeburgische Colloquium Neue Musik en la Academia de Música de Rheinsberg.
Considerado como uno de los más influyentes compositores alemanes a uno y otro lado del Telón de Acero, Dittrich es autor de un amplio catálogo de 126 obras en donde el género vocal tiene un papel destacado. Puso música a autores como Beckett, Celan, Joyce y Kafka. Su correspondencia con algunas de las más destacadas personalidades de la época (Henze, Stockhausen, Nono, Gubaidulina, Holliger, Kegel, etc.) se guarda en los archivos de la Academia de las Artes de Berlín, de la que fue también profesor.