MÁLAGA / Recital barroco a cargo de Berna Perles, por José Antonio Cantón
Málaga. Museo Piccaso. 15-I-2019. Berna Perles, soprano. Ángel San Bartolomé, trompeta. Álvaro San Bartolomé, clave. Tilman Mahrenholz, violonchelo. Obras de Haendel, Melani, D. Purcell, H. Purcell, Telemann y Vivaldi.
José Antonio Cantón
[dropcaps type=’normal’ font_size=’65’ color=’#ed145b’ background_color=” border_color=‘’]L[/dropcaps]
a soprano malagueña Berna Perles ha concitado la mayor atención de la cuarta cita de la presente temporada del XII Ciclo de Conciertos de Cámara que se celebran en el Museo Picasso Málaga, dentro de sus actividades culturales paralelas, con la colaboración artística de la Orquesta Filarmónica de Málaga (OFM). La música barroca ha sido el elemento monográfico del programa con algunas piezas vocales tan bellas como complicadas de interpretar.
Fue la cantata para soprano, trompeta y bajo continuo All’armi, pensieri de Alessandro Melani, reconocido maestro de capilla de la basílica de Santa María la Mayor de Roma, la que abrió la velada. En ella la cantante, como expresión del amor, intervino en constante oposición a la trompeta que encarnaba el conflicto y la guerra, llegando a una entente sonora imitativa final de gran belleza, que apuntaba sobre el buen trabajo realizado en los ensayos.
A continuación la música de Antonio Vivaldi. Fueron los dos primeros tiempos de su Sonata nº 5 en Mi menor para violonchelo y clave RV 40 los que sirvieron para el lucimiento del violonchelista Tilman Mahrenholz, de modo destacado en el Allegro, siempre bien ensamblada su ejecución con el clavecinista, muy comedido de sonoridad en su función de acompañante. Le siguió el pasaje Trumpet Song de Daniel Purcell, perteneciente a música incidental que compuso para la obra La famosa historia del auge y caída de Massianiello escrita por el inglés Thomas d’Urfey, con la que el trompetista Ángel San Bartolomé, solista de la OFM, asumió con sobrada musicalidad su papel de segundo protagonista del concierto.
Berna Perles reapareció en el escenario con una adaptación de la famosa aria When I am laid in earth de la ópera Dido and Aeneas de Henry Purcell, llegando a uno de los momentos más esperados de su actuación. El sentimiento que puso en su canto lleva a considerar a esta cantante como uno de los valores más elocuentes de su generación en España. La emoción continuó con el aria de Irene Sposa son disprezzata que Vivaldi copió de su colega Geminiano Giacomelli para incorporarla a la ópera Il Tamerlano, más conocida por el nombre de Il Bajazet.
Como segunda participación significativa de Ángel San Bartolomé hay que señalar su esmerada interpretación del Concierto para trompeta en Re TWV 51:D7 de George Philipp Telemann, en arreglo para trompeta moderna de Jean Thilde, con la que se iniciaba la segunda parte, destacando su sentido musical en los dos movimientos lentos. Seguidamente el violonchelista y el clavecinista tocaron los dos tiempos restantes de la Quinta Sonata RV 40 de Vivaldi antes mencionada, que sirvió para que el también solista de la OFM, mostrara en el Allegro final una variada paleta dinámica fruto de una segura y precisa técnica de arco.
El concierto entró en sus momentos más brillantes con la música de Haendel, que ocupó la última parte del programa. Fueron tres pasajes de este insigne compositor con los que Berna Perles expresó sus mejores dotes canoras. Después de una excelente interpretación estilística de la delicada aria d’abilità titulada Desterò dall’empia Dite, que canta la hechicera Melissa en la ópera Amadigi di Gaula y en la que la trompeta también tiene un papel preponderante, siguió dialogando con este instrumento en la famosa aria Eternal Source of Light Divine, perteneciente a la Oda por el cumpleaños de la Reina Ana, con exquisito gusto vocal.
Dejó para terminar uno de los más admirados pasajes para soprano y trompeta de Haendel perteneciente a su oratorio Samson donde el personaje secundario de mujer israelita, antes del coro final, conmemora cantando a las huestes celestiales la muerte de este justiciero y gran líder carismático de Israel y su triunfo sobre los filisteos. Ese carácter heroico y a la vez dramático que pide tal aria da capo fue expresado con gran virtuosismo vocal en su ornamentación y adornos, dejando Berna Perles muy alta su capacidad de coloratura, exigente cualidad de la que se está convirtiendo en una destacada especialista.