Probablemente, la obra más exitosa de la historia

¿Cuál es la obra más exitosa de la historia de la música?… Quién no se ha hecho alguna vez esta pregunta. Pregunta sin respuesta, claro, pues me temo que no se ha inventado todavía un ‘exitómetro’, es decir, ese aparato que sea capaz de medir objetivamente los niveles del éxito. No obstante, existen datos que pueden servirnos de orientación en nuestra pesquisa. Uno de ellos sería el de las grabaciones comerciales, en audio o en vídeo, que se han realizado desde que Edison inventó el fonógrafo. Entre ellas estaría, por supuesto, la Quinta sinfonía de Beethoven. Y, tal vez, las Cuatro estaciones de Antonio Vivaldi. Pero no hay, que se sepa, un cómputo oficial al respecto. Las Variaciones Goldberg de Bach sería otra obra que, con todo el derecho del mundo, podría reclamar el primer puesto de ese ranking. Y aquí si que disponemos de un recuento oficial que está plenamente actualizado y que incluye hasta la que, por el momento, es la última grabación de las Goldberg: la publicada por el clavecinista francés Jean Rondeau en el sello Erato hace apenas un mes.
La página web a+30+a’, creada en noviembre de 1996, se dedica a llevar minuciosamente la cuenta, en la que figuran todo tipo de grabaciones de las Goldberg: las que se han hecho con clave y las que se han hecho con piano (la eterna disputa entre los puristas del teclado antiguo y los iconoclastas del teclado moderno), pero también las que se han hecho con otros instrumentos solistas —como la guitarra, el acordeón o la marimba— o, incluso, con diversas formaciones de cámara (la mayoría de estas versiones, basadas en el arreglo de Dmitry Sitkovetsky). Y, por supuesto, las lecturas con órgano, clavicordio o clave-laúd, que no dejan de ser primos-hermanos del clave.
Pues bien, hasta el 14 de abril de 2022, fecha en que salió al mercado la mencionada lectura de Rondeau, hay 684 grabaciones de las Goldberg. Me refiero a grabaciones comerciales, de las que se pueden (o se podían) comprar físicamente en tiendas (cuando había tiendas que se dedicaban a vender discos) o a través de Internet. No se contabilizan aquí las grabaciones que se han hecho para canales como YouTube, por ejemplo. Entre ellas, figuraría la que realizó en 2017 el propio Rondeau en el Concertgebouw de Brujas para la Academia Bach de esta ciudad flamenca.
Si hay un nombre asociado a las Goldberg, ese es el del pianista canadiense Glenn Gould. De él hay disponibles siete grabaciones, desde 1954 hasta la póstuma de 1984 (dos años después de su muerte). Son varios los que las han grabado dos y hasta tres veces. El emblemático clavecinista holandés Gustav Leonhardt, sin ir más lejos, lo hizo en 1953, 1965 y 1976. Su alumno Kenneth Weiss, en 1966 y 2008. Otra figura mítica del clave, el canadiense Scott Ross, en 1985 y 1988 (Ross fallecería, víctima del sida, al año siguiente). Caso curioso es el del japonés Sin’ichiro Nakano: grabó dos en 1999, una con clave barroco y otra con clave moderno, pero no debió de quedar muy satisfecho con ellas, porque en 2006 las volvió a grabar, esta vez solo con clave barroco.
No abundan los nombres de intérpretes españoles en tan larga lista. En los últimos años, han sido tres clavecinistas los que las han grabado, con excelentes resultados en los tres casos: Andrés Alberto Gómez (Vanitas, 2011), Ignacio Prego (Glossa, 2015) y Diego Ares (Harmonia Mundi, 2017). Circulaba un CD de Pablo Cano realizado en los años 80, pero parece que su venta al público nunca tuvo carácter oficial, por lo que no está entre las 684 que recoge a+30+a’. En cambio, sí figura la mítica lectura del desaparecido pianista Isidro Barrio. Mítica no tanto por la calidad de la interpretación, sino por lo bizarro de la carátula.
Hay en la lista infinidad de datos que llaman la atención. En mi caso, me quedo con uno: de esas 684 versiones, solamente existe una que se haya tocado con fortepiano: la de Walter Riemer, publicada por el sello discográfico NF-Audio en 2007. Riemer utilizó una réplica de 1995 de un Andreas Stein (Ausburgo, 1773). Sorprende que nadie más se haya animado a utilizar el fortepiano, aunque solo sea por una cuestión de aproximación temporal: Bach escribió las Goldberg en 1741 y en 1747 realizó su segunda y última visita a la corte de Dresde, en la que quedó fascinado con los nuevos fortepianos elaborados, siguiendo las instrucciones que él mismo le había dado, por el organero Gottfried Silbermann (en su primera visita a Dresde, Bach había considerado que los prototipos del Silbermann dejaban mucho que desear).
Eduardo Torrico
3 comentarios para “Probablemente, la obra más exitosa de la historia”
<strong>… [Trackback]</strong>
[…] Find More Info here on that Topic: scherzo.es/probablemente-la-obra-mas-exitosa-de-la-historia/ […]
<strong>… [Trackback]</strong>
[…] Find More to that Topic: scherzo.es/probablemente-la-obra-mas-exitosa-de-la-historia/ […]
<strong>… [Trackback]</strong>
[…] Find More to that Topic: scherzo.es/probablemente-la-obra-mas-exitosa-de-la-historia/ […]
Los comentarios están cerrados.