PARMA / ‘Il trionfo del Tempo e del Disignanno’: prodigioso oratorio de juventud
Parma. Abbazia S. Giovanni Evangelista. 29-VI-2021. Haendel: Il trionfo del Tempo e del Disinganno. Francesca Lombardi Mazzulli, Arianna Rinaldi, Francesco Marsiglia, Vivica Genaux. Europa Galante. Director musical: Fabio Biondi. Director de escena: Walter Le Moli.
“Ahora voy a demostrar de lo que soy capaz”, debió de pensar un veinteañero Georg Friedrich Haendel cuando aceptó el encargo de poner música al libreto del cardenal Benedetto Pamphilj, quien no llevaba precisamente la vida morigerada que requerían su papel y su rango en aquella sociedad romana. Pamphilj escribió una alegoría teológica sobre la fugacidad de la vanidad humana, que sucumbe ante la erosión producida por el paso del tiempo. Resulta sorprendente comprobar cómo el oratorio Il trionfo del Tempo e del Disinganno es ya en su primera versión (año 1707) un catálogo de arias que han de situarse entre las más bellas de toda la producción del Caro Sassone: ¡no hay una sola de ellas que tenga un ápice de desperdicio!
El póquer que forman el Amor, el Placer, el Desengaño y el Tiempo es como el horror vacui en esa recargada decoración de Abbazia S. Giovanni Evangelista de Parma que busca alabar la gloria de Dios. Se trata de una metáfora sobre lo ilusorio de los valores de la juventud, revelados por el paso metronómico del tiempo en su búsqueda de la eternidad. La decoración es sencilla: una enorme cornisa barroca enmarca un espejo que sirve de telón de fondo para ocultar un altar. Es, en definitiva, una metáfora del placer reflejado en la belleza. Al final, lo que queda a la vista es que la verdadera felicidad no radica en el placer, sino en la eternidad.
La dirección escénica de Walter Le Moli es ligera. Se desarrolla a través de movimientos cortos y lentos. De esa manera devuelve a la ópera la dimensión oratoria, que aquí prevalece sobre la teatral. La iluminación es discreta (quizá, demasiado discreta). No hay subtítulos, lo cual resulta incomprensible, pues, tratándose de un libreto como este, el texto es fundamental. La dicción, poco clara, tampoco ayuda…
En cuanto al reparto vocal, este va desde la perfección técnica de Vivica Genaux (Desengaño), cuyo timbre nunca me ha terminado de gustar hasta el impresionante volumen wagneriano de Francesca Lombardi Mazzulli (Belleza); desde la agilidad un tanto tímida de Arinna Rinaldi (Placer) hasta un Tiempo realmente bien conformado por Francesco Marsiglia.
Fabio Biondi, al violín, dirige a su Europa Galante en perfecta simbiosis, logrando profundizar al máximo en una partitura de la que extrae un auténtico caleidoscopio de sonidos y colores aterciopelados que inundan de puro placer el oído del oyente. ¡Bravo!
Franco Soda