OVIEDO / Zarzuela mutilada

Oviedo. Teatro Campoamor. 25-II-2021. Giménez/Falla, La tempranica/La vida breve. Ana Ibarra, Rubén Amoretti, Ana Nebot, Gustavo Peña, Gerardo Bullón, Miguel Sola, Juan Noval-Moro, Alexander Zabalin, Cristina Faus, Jesús Méndez, Jesús Castejón, Carlos Hipólito, Juan Matute/ Virginia Tola, Francesco Pio Galasso, Cristina Faus, Rubén Amoretti, Anna Gomà, Gerardo Bullón, Jesús Méndez, Gustavo Peña. Coro Capilla Polifónica Ciudad de Oviedo. Maestro de coro: Pablo Moras. Oviedo Filarmonía. Director musical: Iván López Reynoso. Director de escena: Giancarlo del Moónaco.
Comienza el Festival de Teatro Lírico Español de Oviedo con un programa doble, La tempranica y La vida breve, ya estrenado por partes en el teatro de la Zarzuela. El Coro Capilla Polifónica se vio obligado a participar con tan solo 16 integrantes, haciendo un magnífico trabajo dadas las circunstancias, una pena que la dirección de escena no lo tuviera en cuenta y le obligara a cantar detrás del escenario en toda la primera parte de La vida breve –una obra que requiere sin duda un coro muchísimo más amplio-, atropellados además por una Oviedo Filarmonía a gran volumen en determinados momentos. No se lo pusieron fácil a la agrupación vocal -tan bien dirigida por Pablo Moras- y en escena hubieron de cantar casi todo el tiempo absolutamente estáticos, muy complicado jalear así a un cantaor. Una decepción el trabajo que en esta ocasión realizó el talentoso Giancarlo del Monaco con la puesta en escena. Pudo haberse ahorrado el momento del pañuelo/masturbación de Salud o hacer pasar al cantaor por un Cristo crucificado.
Salvo por el número del tablao flamenco y un par de detalles más, bien podía haberse hecho una versión de concierto, máxime en La tempranica, totalmente mutilada al haber sido eliminados de un plumazo todos los diálogos, mostrando solamente una sucesión de números musicales, ahora inconexos, ni siquiera salvados por la participación de dos grandes de la escena española como son Jesús Castejón y Carlos Hipólito, pero totalmente descontextualizados. También mostró su talento el actor Juan Matute que debería cuidar más su instrumento. No se entiende la habitual línea de los últimos años de las producciones del Tteatro de la Zarzuela, como aquí ocurre con La tempranica, en la que se desvirtúan a conciencia las obras originales mostrando no solo una falta de respeto ante nuestro género lírico nacional, sino de desconocimiento del mismo.
Los intérpretes de La vida breve estuvieron a buen nivel, destacando el trabajo de una pletórica Virginia Tola como Salud y Gustavo Peña como la voz de la fragua, afinado y bien proyectado. Cristina Faus dio cuenta de su atractiva voz en su doble papel de gitana y abuela, mientras que Rubén Amoretti fue un tío Sarvaor de calidad, mostrando la potencia de su voz, mejor que en su papel de Don Luis en la zarzuela. Más discreto el reparto de La tempranica, con una Ana Ibarra de contundente voz pero incómodo vibrato al final de las frases y una Ana Nebot como Gabrié, con muy poco salero. Iván López Reynoso dirigió con más intención que resultados a una mermada Oviedo Filarmonía en una versión que adoleció de garra y carácter español.
Nuria Blanco Álvarez