OVIEDO / Juan Jesús Rodríguez triunfa en ‘Ernani’
Oviedo. Teatro Campoamor. 29-I-2023. Verdi: Ernani. Oviedo Filarmonía. Alejandro Roy, Juan Jesús Rodríguez, Gianfranco Montresor, Marigona Qerkezi, María José Suárez, Josep Fadó y Jeroboám Tejera. Coro Intermezzo. Director musical: Daniele Callegari. Directora de escena: Giorgia Guerra.
Finaliza la Temporada de Ópera de Oviedo con la puesta en escena de Ernani en una poco destacable producción de la Ópera Royal de Wallonie. Si bien es cierto que el vestuario de Fernand Ruiz, aun siendo absolutamente tradicional, aportaba colorido a la acción, la escenografía diseñada por la propia directora de escena, Giorgia Guerra, carecía de interés alguno. En realidad, parecían tratarse de unos decorados de ‘aprovechamiento’, cogidos de aquí y de allá, sin ningún tipo de unidad, algunos incluso daban la impresión de ser demasiado pueriles.
La dirección de Guerra estuvo en la misma línea, simplona hasta decir basta; los artistas se colocaban en la boca del escenario, separados entre sí por un par de metros y de cara al público a lo largo de buena parte de la obra, sin conexión entre ellos, con ausencia de miradas cómplices, sin apenas acción dramática. Tampoco supo manejar a la masa coral que formaba tal tumulto que apenas hacía distinguir visualmente a los protagonistas, desviándose el foco de atención ante tanta acción simultánea.
Muy cuidada fue, sin embargo, la dirección musical, a cargo de Daniele Callegari, atento a todos los detalles y arropando a los cantantes en todas sus intervenciones sin olvidarse nunca de una Oviedo Filarmonía que estuvo a gran altura. El reparto vocal también actuó a un buen nivel. Marigona Qerkezi, muy cómoda en el papel de Elvira, lució un registro muy homogéneo y ágil en las coloraturas, mientras que Alejandro Roy, como Ernani, volvió a dar muestras de su buena proyección y profesionalidad. Una lástima que entre ellos no hubiera química alguna y apenas intercambiaran un par de miradas en toda la obra.
Pero fue Juan Jesús Rodríguez [en la foto] quien se llevó el gato al agua con su debut en Oviedo de Don Carlo, siendo, con absoluto merecimiento, el más aplaudido de la noche. Además de presencia escénica, el andaluz cuenta con un portentoso instrumento que puso al servicio de un rol que le va como anillo al dedo; especialmente impactante fue la escena ante la tumba de Carlo Magno del tercer acto. Por su parte Gianfranco Montresor, como Silva, actuó a un buen nivel, al igual que el resto del reparto. La parte masculina del Coro Intermezzo derrochó energía y buen hacer en su presentación como Coro de bandidos y la agrupación, dirigida por Pablo Moras, cerró con broche de oro su participación en la temporada, con unas intervenciones de calidad.
Nuria Blanco Álvarez