OVIEDO / Joaquín Riquelme conquista la OSPA

Oviedo. Auditorio Príncipe Felipe. 10-I-2020. Joaquín Riquelme, viola. Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias. Director: Nuno Coelho. Obras de Britten, Walton y Brahms.
El cuarto concierto de abono de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias contó como artistas invitados con el ganador del que ha sido hasta la fecha el último Concurso Internacional de Dirección de la Orquesta de Cadaqués, el portugués Nuno Coelho, junto al violista español Joaquín Riquelme, miembro de la Orquesta Filarmónica de Berlín y uno de los más prestigiosos músicos del panorama español. Riquelme ofreció una atractiva versión del célebre Concierto para viola y orquesta de William Walton, obra ya bastante conocida en Asturias, pero que nunca alcanzó el interés de la magnífica interpretación de esta ocasión.
El cuidado uso del vibrato, el elegante fraseo, el bello sonido que desprendió su viola Domenico Busan “ex-Giuranna” —una joya de 1780— y su madurez interpretativa, permitieron escuchar una soberbia versión del solista bien acompañado por una OSPA dirigida por un diligente Coelho. Riquelme regaló después a la audiencia una exquisita interpretación de la Allemande de la Primera suite de Bach, luciendo de nuevo la hermosura de su sonido. Sin embargo, no fue ésta su última intervención de la velada, pues durante la segunda parte se incorporó como un miembro más de la orquesta en el último atril de las violas para unirse a la interpretación de la Segunda sinfonía de Brahms. Se trata de un repertorio muy exigente, incluso para los grandes maestros de la batuta y la versión de Coelho podemos situarla en un grado de corrección apropiada y, sin duda, interesante para un director tan joven, si bien se apoyó en la experiencia de la orquesta más que en generar su propia visión de la partitura que, sin duda conoce muy bien, pero aun carente de la madurez necesaria para extraer todas sus posibilidades.
De lo mejor de la noche fue la poco habitual obra con la que se abrió el espectáculo, los Cuatro interludios marinos de Peter Grimes de Benjamin Britten, con los que el director luso hizo brillar a la OSPA, siendo muy hermosos los planos sonoros que consiguió, si bien se echó en falta un mayor contraste en las dinámicas. Se trata de un talentoso director poseedor de un gesto plástico y con una energía que además logró contagiar por momentos a la orquesta.
La OSPA se encuentra actualmente en un proceso de búsqueda de concertino, ocupando hoy el puesto Isabel Jiménez, así como de director titular, periodo que esperemos sea lo más breve posible para dotar a esta agrupación de la estabilidad que merece para poder alcanzar todo su potencial.
Nuria Blanco Álvarez