LA CORUÑA / Música feliz, por Luis Suñén
La Coruña. Teatro Rosalía de Castro. 22-I-2019. Forma Antiqva. Obras de Georg Philipp Telemann.
Luis Suñén
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n el año de su vigésimo aniversario Forma Antiqva ha preparado un programa dedicado a la música de Telemann e inspirado en el legendario Café Zimmermann de Leipzig en el que tenían lugar los conciertos del Collegium Musicum organizados por el propio magdeburgués. Se trata de un variadillo con movimientos de sonatas y sonatas en trío dividido en tres partes por intervenciones a solo de tiorba (Daniel Zapico), guitarra barroca (Pablo Zapico) y clave (Daniel Oyarzabal, que sustituía para la ocasión a Aarón Zapico, convaleciente de una intervención quirúrgica). Junto a ellos en el continuo la violonchelista Ruth Verona y en papeles principales Alejandro Villar a la flauta de pico y Daniel Pinteño al violín. Es decir, el núcleo fundador excepto Aarón, dos colaboradores históricos como Verona y Villar más la presencia del ascendente Pinteño y del ya consagrado Oyarzabal. Los Zapico explicaron el programa, presentaron a sus colegas y fueron muy pedagógicos guías para el público de la Sociedad Filarmónica de A Coruña, con un Rosalía que presentaba una buena entrada.
Sin intermedios, el concierto pasó en un suspiro, prueba irrefutable de la felicidad que provoca la música de ese Telemann variado y voluminoso como lo definía Burney, solo comparable con las torres más altas según señalaba Mattheson. Una música que no necesita ser, escribe el anónimo autor de las notas al programa, ni tan honda como la de Bach ni tan brillante como la de Haendel y que Forma Antiqva entiende como la maravillosa suma de estilos que acaba finalmente siendo. De ella surge una personalidad capaz de invenciones tales como el maravilloso Minuet & Trío de la Sonata en trío TWV42:A4 a cargo de flauta y violín, el Affettuoso de la TWV41:D4 con violín y violonchelo o el Presto de la misma sonata en el que Alejandro Villar se creció a la hora de vencer las dificultades propias de su instrumento. El continuo estuvo simplemente magnífico, con ese empuje tan espectacular que es marca de la casa.