Muere a los 100 años el compositor Juan Orrego Salas, patriarca de la música chilena
El pasado 24 de noviembre falleció en Bloomington, Indiana, el compositor Juan Orrego Salas, uno de los más destacados músicos hispanoamericanos de la segunda mitad del siglo XX. Nacido en Santiago de Chile en 1919, había cumplido el pasado 18 de enero los cien años de edad. Tras cursar estudios de música y arquitectura, se marchó a Estados Unidos para perfeccionarse con Aaron Copland y Randall Thompson. Desde 1942, fue profesor de historia de la música y de composición en el Conservatorio Nacional de Música de Santiago de Chile. En 1961, se marchó de nuevo a Estados Unidos, donde le ofrecieron la cátedra de composición y musicología latinoamericana en la Universidad de Indiana. Allí fundó el Centro de Música Latinoamericana.
Su catálogo comprende unas 120 obras, entre las que destacan seis sinfonías, cuatro cuartetos de cuerda, la cantata América, no en vano invocamos tu nombre (sobre textos de Pablo Neruda), las Canciones castellanas o la “cantata popular” Un canto para Bolívar, que escribió para el grupo Quilapayún, desatacado representante de la Nueva Canción Chilena. En su música confluían sugestiones del modernismo de la primera mitad del siglo XX (Copland, Stravinsky, Prokofiev), mezcladas con sugestiones del folclore hispanoamericano. Desde un inicial neoclasicismo, su estilo fue asimilando procedimientos dodecafónicos. Además de en Chile, su obra alcanzó cierta difusión en Estados Unidos, donde llegó a ser interpretada por el Cuarteto Juilliard y la National Symphony Orchestra.