MILÁN / Gergiev dirige una gran ‘Dama de picas’
Milán. Teatro alla Scala. 23-II-2022. Chaikovski, La dama de picas. Najmiddin Maydanov, Amsik Grigorian, Julia Gersteva. Director musical: Valery Gergiev. Director de escena: Matthias Hartmann.
En este momento no puedo saber si la Scala conseguirá salvar más funciones de una de las mejores representaciones musicales de esta temporada, después de haber exigido a Valery Gergiev una declaración contra la guerra en Ucrania, que hasta el momento no se ha producido. En este repertorio, Gergiev es un referente, como quedó demostrado al dirigir el estreno de La dama de picas sin haber podido hacer ni un solo ensayo por haber dado positivo por covid: el trabajo de preparación (excelente, dicho sea de paso) había sido confiado a su asistente, Timur Zangiev.
Las situaciones esenciales de esta ópera están vinculadas a la particular relación amorosa del protagonista, Hermann, con Lisa. Una pasión vivida por él, por Lisa y por la Condesa como una trágica fatalidad, que nada tiene que ver con el cinismo del personaje del relato de Pushkin en el que se basa la ópera. En la tensión alucinante que producen esas situaciones, Gergiev evita cualquier riesgo de retórica, encontrando acentos distorsionados pero no exentos de suavidad, ahuecados en una indescriptible inquietud. Luego están los otros aspectos, marginales, pero que para Chaikovski son fundamentales: el coro de niños del principio, que revela la admiración por Carmen, las canciones rusas o el espectáculo ‘mozartiano’ durante la fiesta del acto II. Para cada uno de estos aspectos, Gergiev encuentra elegancia y frescura.
Dentro del excelente elenco vocal, el tenor uzbeko Najmiddin Maydanov destacó por sus cualidades vocales y expresivas en el arduo papel de Hermann. Y la intensa Lisa de Amsik Grigorian no defraudó las expectativas, pues retrató a su personaje de forma realmente memorable. La Condesa fue Julia Gersteva, vocalmente mucho más fresca que otras intérpretes que han afrontado este papel. Todos los roles secundarios resultaron satisfactorios, desde el Conde Tomski de Roman Burdenko hasta el Príncipe Yeletski de Alexey Markov; desde la Paulina de Elena Maximova hasta la Prilepa de Maria Nazarova…
La dirección escénica de Mattia Hartmann, que en la Scala había decepcionado en los años de Pereira con sus puestas de El cazador furtivo y de Idomeneo, resultó cautelosamente estilizada en el primer acto, confusa en el segundo y más convincente en el tercero.
Paolo Petazzi
(Foto: Marco Brescia & Rudy Amisano – Teatro alla Scala)