MADRID / Stile Antico, sensaciones encontradas
Madrid. Auditorio Nacional (Sala de Cámara). 18-XI-2021. Ciclo Universo Barroco del CNDM. Stile Antico. Obras de Des Prez, Ockeghem, Mouton, Gombert, Vinders y De Mantua.
El año Josquin (quinto centenario de su muerte) se está salvando con un buen número de grabaciones discográficas dedicadas a la figura de este compositor francoflamenco (algunas de ellas, realmente memorables), pero no con demasiados conciertos. Al menos, en nuestro país, donde, dicho sea de paso, la música renacentista (y, en especial, la polifónica) no tiene buen encaje. Por ello, se esperaba con expectación la presencia en el Auditorio Nacional de Música, dentro de la programación del CNDM, de Stile Antico, formación camerística coral inglesa fundada justo hace ahora veinte años por el impulso decisivo de las hermanas Ashby (las gemelas Helen y Kate, ambas sopranos, y la contralto Emma). Los primeros trabajos de Stile Antico, dedicados sobre todo a la polifonía inglesa, cayeron como una bomba, porque su manera de abordar esta música fue una bocanada de aire fresco y revitalizante. Aun admirando profundamente a Stile Antico, tengo que reconocer que algunas de sus últimas grabaciones (en especial, las dos con polifonía renacentista española) me han dejado más que indiferente, y sigo sin ser capaz de discernir si ello es debido a su falta de adecuación a nuestro repertorio o a que el grupo empieza a dar síntomas de cierto adocenamiento.
Era la segunda vez que Stile Antico venía en Madrid (la primera fue en julio de 2017, cantando al aire libre en el pórtico de la entrada principal del… ¡Cementerio de la Almudena!; cosas del Ayuntamiento de la capital, que le dedica escasísima atención a la música clásica y que, cuando lo hace, tiene siempre que haber alguna extravagancia de por medio). Vino esta vez con sus doce voces de rigor (tres por parte), pero con la baja notable de uno de sus tenores, Andrew Griffiths, al que sustituía Matthew Howard, y también de la contralto Eleanor Harries Clarke (en su lugar, Stephanie Franklin). Stile Antico presentó el mismo programa que figura en su último CD, que ha sido, por cierto, su primero con Decca, después de figurar durante largo tiempo en la nómina de Harmonia Mundi.
Stile Antico tiene las todas benditas virtudes que se le atribuyen a los más eximios grupos corales ingleses (quizá la comparación más cercana con ellos serían los Tallis Scholars), pero también algunos de sus consabidos defectos, que aquí quedan más a la vista (o al oído) por tratarse de una formación que funciona sin director. Entre las primeras, una afinación prodigiosa; entre los segundos, esa tópica frialdad que tanto les aleja del enfoque meridional de formaciones italianas, francesas o, por supuesto, españolas. Al carecer de voces agudas masculinas, se corre el riesgo de que haya un cierto desequilibrio: las sopranos suben demasiado y las contraltos no las sujetan como podrían hacerlo unos buenos contratenores.
El programa se articula sobre la bellísima la bellísima Missa Pange Lingua, la última de las dieciséis que escribió Des Prez. La presentó solo seis años antes de su muerte, por lo cual puede considerarse como el testamento musical de este compositor, el más importante de cuantos hubo en esa imaginaria linde transitoria entre el Medievo y el Renacimiento. Entre los movimientos de la misa, Stile Antico inserta motetes y chansons del propio Des Prez y composiciones de otros autores que tuvieron, de una u otra forma, que ver con él: Johannes Ockeghem (su maestro), Jean Mouton, Nicolas Gombert (su versión de la famosa Mille regretz josquiniana, que había sonado inmediatamente antes), Hieronymus Vinders (autor de un estremecedor lamento por la muerte de Des Prez) y Jacquet de Mantua.
Al contrario de lo que suelen hacer la mayoría de los coros especializados en música renacentista, los cantantes no se situaron por partes, sino que establecieron tres secciones idénticas, que en el caso de la Missa Pange Lingua fueron siempre T/A/S/B. En la mayor parte de motetes y chansons, hubo reducción de efectivos. A mi juicio, Stile Antico funcionó mucho mejor cuando estuvieron los doce miembros sobre el escenario (a pesar de alguno de los bajos no debía de tener ayer la voz en su mejor estado) que cuando hubo merma. Sin llegar a ser la actuación redonda que la mayoría esperábamos, fue un buen concierto, con momentos muy disfrutables. Josquin rara vez defrauda.
Eduardo Torrico
(Foto: Rafa Martín)