MADRID/ Steve Reich, minimalismo y realidad
Madrid. Palacio del Marqués de Salamanca. 3-VI-2023. Ciclo de la Fundación BBVA. Cuarteto Gerhard con la colaboración de Manuel Jesús Corbacho y Santiago Serrate. Obras de Steve Reich.
Neoyorkino de 1936, Steve Reich formó parte de la primera oleada de minimalistas repetitivos americanos, pero siempre con una personalidad muy acusada. La Fundación BBVA, que en 2013 le concedió su premio Fronteras del Conocimiento, le dedica ahora un monográfico dentro del ciclo, tan variado como interesante, que desarrolla en su sede. Alumno de Persichetti en la Juilliard, Reich aprendió también del jazz y del rock y en sus principios alternó la tecnología y la percusión, aunque el contacto con los pintores minimalistas, especialmente Sol LeWitt, le llevó hacia ese pensamiento que siguió con tanta libertad como para influir en colegas de su generación (como Glass) o de la segunda ola minimalista (como Adams). También se graduó en filosofía con un trabajo sobre Wittgenstein y ello se percibe en las preocupaciones que orientan su obra.
Este concierto reunía obras bien conocidas y contrastadas de Reich como la famosa Clapping Music con dos músicos que únicamente dan palmadas (preferentemente amplificadas) y organizan un interesante juego polimétrico. La aparente sencillez de la pieza desarrolla un interesante juego matemático estructural con la serie de Fibonacci y la Sección Aurea. En este caso colaboraron en la ejecución Manuel Jesús Corbacho y Santiago Serrate, que no estuvieron irreprochables sino que lo hicieron con la convicción que necesita una obra de esa naturaleza.
El resto del programa, a cargo del Cuarteto Gerhard, presentaba piezas en las que Reich se implica con los hechos históricos que le han rodeado, algo no tan frecuente entre los minimalistas sonoros y que otorga a estas páginas un tono de realismo.
WTC 9/11 (es decir, World Trade Center 11 de septiembre) trata del atentado de las Torres Gemelas, que afectó a algunos miembros de la familia del compositor. La obra fue un encargo del Cuarteto Kronos, y Reich decidió trabajar utilizar, además del cuarteto, grabaciones de conversaciones, llamadas y elementos de aquel trágico día. El primer movimiento, (9/11) usa grabaciones de la defensa aeroespacial y los bomberos de Nueva York en una especie de narración terrorífica que acaba en el derrumbamiento de las torres. El segundo (2010) usa entrevistas realizadas a testigos nueve años después. El tercer movimiento (WTC) utiliza rituales religiosos en torno a los miles de restos humanos no identificados. El cuarteto adopta funciones sonoras diferentes pero sumamente importantes. El Kronos estrenó WTC 9/11 en 2011. La obra es de un realismo a veces descriptivo e incluso onomatopéyico.
El interés de Reich por poner música a hechos reales caracteriza una de sus obras más famosas, también solicitada por el Cuarteto Kronos: Different Trains. En este caso, la pieza es un ejercicio de memoria para un cuarteto en vivo y otros dos grabados (podrían ser tres en vivo, pero nunca se ha hecho así, algo que ocurre también en la obra precedente). El primer movimiento America before the war (América antes de la guerra) rememora los viajes en tren del compositor cuando, siendo niño, visitaba a sus padres divorciados y usa recuerdos de otras personas de su niñez, pero ya ancianas. El segundo, Europa during the war (Europa durante la guerra), hace referencia a los trenes que llevaban a los campos de concentración, con frases de supervivientes del Holocausto. Las mismas voces intervienen en After the War (Después de la guerra), pero ya en una América convertida en su nuevo país.
Gran intérprete del concierto fue el Cuarteto Gerhard (Lluis Castán, Judit Bardolet, Miquel Jordá y Jesús Miralles) que, en un momento especialmente bueno de cuartetos españoles, está en la élite junto a los Casal, Quiroga o Cosmos. Se trata de músicos de gran competencia técnica y capacidad musical, lo que les permite abordar estilos muy distintos. En el de Reich se mostraron conocedores y dominadores de un lenguaje que supieron llevar hasta los espectadores con la máxima solvencia y obteniendo un merecido triunfo.
Tomás Marco
(fotos: Kike Para)