MADRID / ORTVE: una sobresaliente ‘Cuarta’ de Brahms

Madrid. Teatro Monumental. 4-III-2022. Orquesta Sinfónica RTVE. Director: Nuno Coelho. Obras de Francisco Coll, Leoš Janáček, Nuno da Rocha y Johannes Brahms.
Al portugués Nuno Coelho no habíamos tenido oportunidad de verlo dirigir en directo hasta ayer por la noche. El pasado mes de enero iba haber dirigido en el Auditorio Nacional de Música a la Joven Orquesta Nacional de España, pero el concierto que organizaba el Centro Superior de Investigación y Promoción de la Música de la UAM tuvo que cancelarse a última hora por un brote de covid entre varios miembros de la orquesta. Entonces nos quedamos con las ganas de ver en acción al joven maestro de Oporto; anoche nos resarcimos con la ORTVE. Nuno Coelho, nacido en 1989, se nos reveló como un excelente director de orquesta: gesto amplio, expresivo y brioso, energía incombustible y un emocionante entusiasmo musical que conecta al tiempo con la orquesta y el público.
Cuatro podría ser el número protagonista de la velada: cuatro obras de cuatro compositores muy distintos entre sí (Francisco Coll, España, 1985; Leoš Janáček, República Checa, 1854-1928; Nuno da Rocha, Portugal, 1986 y Johannes Brahms, Alemania, 1833-1897) con la Cuarta sinfonía de Brahms, que consta de cuatro movimientos, cerrando el ciclo de cuatro conciertos dedicado a las cuatro sinfonías de Brahms.
Aqua Cinerea op. 1 es la primera obra del catálogo del valenciano Francisco Coll. La compuso en 2005, con 19 años, para el director de orquesta Cristóbal Soler, quien la estrenó el 18 de septiembre de 2007 con la Orquesta Filarmónica de la Universidad de Valencia. Aqua Cinerea es una obra de capas sonoras con interesantes y complejas sonoridades que se antoja un tanto incidental. Para alguien que no escuche habitualmente música sinfónica, esta obra podría ser la banda sonora de una película de terror o intriga a partes iguales. La ORTVE hizo una buena interpretación, aunque dada la complejidad de la obra, quedará siempre la duda de si se pudo hacer mejor… Intuimos que sí.
Antes de comenzar el Taras Bulba de Leoš Janáček, Coelho, micrófono en mano y en perfecto español, dedicó unas breves palabras a los recientes y tristes acontecimientos que asolan Ucrania y conmocionan a Europa. Janáček basó su poema sinfónico en la obra homónima de Nikolái Gógol que casualmente transcurre en la región que hoy conocemos como Ucrania. Nuno Coelho, en representación de los maestros de la ORTVE, quiso enviar un mensaje de paz que se plasmó con la bellísima interpretación que hicieron de los tres movimientos de que consta este poema sinfónico, especialmente el último de ellos La profecía y muerte de Taras Bulba. Magnífica y emocionante interpretación de la orquesta y mención especial para Fran Sancho, primer oboe de la ORTVE.
Después del descanso, llegó el turno del Passacaglia del compositor portugués Nuno da Rocha, obra corta y muy rítmica en la que el peso del tema principal sobre el que se construye toda la estructura musical recae en los timbales. Nos gustó mucho, sobre todo por esas evocadoras citas a la música de Bach. El compositor, quien se encontraba entre el público, subió al escenario para recibir el aplauso del público al terminar la magnífica interpretación de la orquesta.
El broche final llegó con la esperada Sinfonía nº 4 en Mi menor op. 98 de Johannes Brahms. Era la última del ciclo Las sinfonías de Brahms que hemos podido seguir con atención. Pablo González, director titular de la ORTVE, dirigió la primera; Jaime Martín, la segunda; Josep Caballé Domenech, la tercera (la interpretación más ‘sosa’ de las cuatro); y Nuno Coelho dirigió esta cuarta y última con emoción, energía, pasión y jocosidad (en el Allegro giocoso). Brahms compuso esta sinfonía específicamente para la Orquesta de la Corte de Meiningen y la estrenó él mismo el 25 de octubre de 1885. Los dos primeros movimientos (Allegro non trompo y Andante moderato) están compuestos en 1884 y los dos últimos (Allegro giocoso y Allegro enérgico e passionato – Più Allegro) en 1885.
Nuno Coelho cerró este ciclo de cuatro conciertos con una sobresaliente interpretación de la Cuarta de Brahms. Seguramente que alguna persona del público pudo sentir las melodías de Brahms como una suave caricia, vibrante y apasionada, que recorre la espalda y penetra en el corazón… a pesar de la guerra en Ucrania. No era la primera vez que Nuno Coelho dirigía a la ORTVE, pero, desde luego, nos dio la sensación de que entre director y orquesta había mucha conexión.
Michael Thallium