MADRID (OCNE) / Festival Focus 2: la música en los años cincuenta

Madrid. Auditorio Nacional.12 marzo 2021 / Cristóbal Halffter: Dos movimientso para timbales y orquesta de cuerda, Hindemith : Kammermusik n.1, Esplá: Don Quijote velando las armas. / Orquesta Nacional de España. Juanjo Guillem, percusión. Director: Rubén Gimeno.
Segunda sesión del Festival Focus que la Orquesta Nacional dedica al ambiente musical de los años cincuenta con breves explicaciones orales y audiovisuales bien hechas y una programación de interés. En este caso se iniciaba con una obra singular, los Dos movimientos para timbales y orquesta de cuerda de un jovencísimo Cristóbal Halffter. Obra de 1956 que puede considerarse histórica por ser la primera obra española que es un concierto para instrumentos de percusión y orquesta. Pero no es solo eso. Además de estar muy bien escrita, por encima de los modelos stravinskianos y bartokianos, se pueden ver en ella rasgos del gran talento del autor e incluso el embrión de muchos estilemas propios de su lenguaje posterior dentro de una escritura segura y expresiva. Hoy día se escucha con agrado e interés, y más si se toca tan espectacularmente bien como lo hizo el percusionista Juanjo Guillem. Gran éxito el suyo al que correspondió con una pieza de exhibición de Elliot Carter.
A Paul Hindemith la Nacional le dedicó un concierto, dirigido por él mismo, a mediados de los cincuenta y era un autor al que Ataúlfo Argenta contribuyó a dar a conocer en España. Aquí se recogía una obra de los años veinte, la singular Kammermusik n.1 que es un alarde para los solistas de la orquesta y que obtuvo una excelente y entregada versión por parte de los de la ONE.
Se terminaba con una de las obras más difundidas de Oscar Esplá, regresado del exilio voluntario en los cincuenta: Don Quijote velando las armas. La novedad era que no se trataba de la segunda versión para gran orquesta, que es la tocada habitualmente, sino de una más reducida y perfilada escrita antes para la Orquesta Bética que Falla fundara en Sevilla. No se escucha casi nunca y creo que tiene sus valores, pues los timbres son aquí más nítidos y la obra menos densa. La Nacional la tocó, como todo el concierto, con entrega y calidad. En esta ocasión la dirigía uno de esos jóvenes valores de la dirección española que están ahora en alza y constituyen una pléyade singular, Rubén Gimeno , que demostró excelente técnica, musicalidad y capacidad para situar cada obra en su contexto material y estético. Buena actuación la suya y bien arropada por la propia orquesta en este festival que está resultando de gran interés para recrear un momento en que la música española empezó a cambiar y a abrirse para asegurar un futuro importante.
Tomás Marco