MADRID / La ORCAM homenajea a Dante Alighieri
Madrid. Auditorio Nacional. 25-III-2021. Concierto en homenaje a Dante Alighieri organizado por el Instituto Italiano de Cultura de Madrid y auspiciado por Embajada de Italia en España. Valentina Varriale (soprano), Matteo Gatta (narrador). ORCAM. Director: Nicola Piovani. Piovani, La vita nuova.
Siete siglos se cumplen este 2021 de la muerte del poeta Dante Alighieri el 14 de septiembre de 1321. Sin embargo, el que pasará a la historia como el día de Dante (el Dantedì en italiano), es el 25 de marzo. Así se proclamó a comienzos de 2020 en un consejo de ministros de la República de Italia. Esa es la fecha que los expertos reconocen como el comienzo del viaje por el Más Allá en la Comedia que escribió el Sommo Poeta y que luego calificaron de ‘divina’. Por cierto, hay una magnífica y premiadísima traducción de Ángel Crespo (1926-1995) al español de esta obra que todo hispanohablante debiera conocer.
La obra de Dante ha sido inspiración para muchos compositores a lo largo de la historia, entre ellos el húngaro Franz Liszt. Pues bien, el 25 de marzo de 2021, segundo Dantedì oficial de la historia, se estrenó en la Sala de Cámara del Auditorio de Madrid la obra La vita nuova compuesta por Nicola Piovani y basada en la homónima escrita por Dante entre 1292 y 1293 en honor a su amada Beatriz. La obra de Piovani es una cantata en la que la orquesta —con algunos instrumentos amplificados— se deja guiar por la voz de un narrador que declama los versos dantescos (Matteo Gatta) y por la soprano que vocaliza los suspiros que suscita un spirito soave pien d’amor.
Para quienes no conozcan a Nicola Piovani, quizás les refresque la memoria recordar que en 1998 le dieron el Oscar por la banda sonora de la película de Roberto Benigni La vida es bella. Piovani dirigió a la ORCAM —un número reducido de los instrumentistas de la orquesta— a quienes se unieron la saxofonista Marina Cesari —que tuvo momentos excelentes al saxo soprano—, el bajo eléctrico Marco Loddo y el percusionista Ivan Gambini. El director y compositor italiano demostró conocer su obra a la perfección con una batuta que guio y se fundió con los músicos en todo momento. La soprano Valentina Varriale estuvo afinadísima, con un timbre bellísimo que dio lustre y delicadeza a las hermosas melodías escritas por Piovani. Nos quedamos con ganas de conocer la potencia real de su voz de no haber estado amplificada, porque así lo requería la obra. Hubo momentos muy bellos y de sonoridad innovadora en los diálogos musicales entre el saxofón, el chelo, la flauta y la soprano. La obra concluyó en un pianísimo e inspirado suspiro de la soprano acompañada por la orquesta. La vita nuova fue aclamada por el público y la vida de Dante tuvo un merecido, bello y sentido homenaje musical a la altura de sus versos.
Michael Thallium