MADRID / COMA 22, un caleidoscopio pianístico

Madrid. Teatro del Canal (Sala roja). 2-X-2022. Isabel Dobarro, piano. Obras de Bustamante, Martínez Burgos, Manchado, Díez, Ruiz, Ruiz del Corral, Casarrubios, Zavala y Silva.

Arrancó la 24 edición del COMA, el festival de música contemporánea que la Asociación Madrileña de Compositores mantiene con esfuerzo, apurando las siempre cicateras y casi siempre recortadas ayudas que puede conseguir. Se trata, sin embargo, de un certamen importante, ya que cada año ofrece una visión amplia de lo que por aquí se compone, que es mucho y, en muchas ocasiones, bueno. En este caso actuaba una pianista totalmente en boga, que ya atesora una brillante carrera internacional, Isabel Dobarro, quien aúna una técnica impecable con un gran sentido interpretativo capaz de abordar lenguajes y estéticas tan dispares como las que integraban el programa en cuestión, que más que un mosaico era un auténtico caleidoscopio del piano de ahora mismo.

Decía Ravel que, al escribir para la mano izquierda, no hay que plegarse a lo que la mano izquierda puede hacer, sino a lo que se puede hacer para la mano izquierda. Y así lo entiende Miguel Bustamante, que estrenaba un reciente Nocturno para la mano izquierda irreprochablemente escrito y muy expresivo, digno de quien conoce a fondo el instrumento y es un creador de verdad que desvela el misterio y el color del nocturno sin su ominosidad. También muy interesante por su claridad expositiva y su sonora agudeza es Clear-Eyed, de un compositor de valía reconocida como es Manuel Martínez Burgos.

De Marisa Manchado se interpretaba Dunas, una obra de delicada factura, casi descriptiva, por la móvil y tamizada textura de su sonoridad que se va deslizando con una intencionalidad sabia y conseguida. A su lado, una de las piezas más tocadas del piano de Consuelo Díez, Sein und Zeit, obra en su día premiada en Heidelberg, y que más que una reflexión sobre Heidegger es una especie de dialogo, al que no falta ironía, con él. Una obra muy conseguida.

Por su parte, Juan Manuel Ruiz se sumerge con Soler Max en el interior de la mecánica compositiva del padre Soler para extraer una motricidad que le sirve para impulsar un lenguaje actual capaz de crear un arco en el tiempo. Mientras, Manuel Ruiz del Corral, con Tableau nº 1, realiza un imaginario de sensaciones que llevan lo sonora hacia lo visual y lo táctil.

En Historia de un amor sin respuesta y la muerte que acecha, Ana Silva idea una narrativa sonora para dar la imagen de una obra dramática de Castelao, cuyo contenido define claramente y, aunque la obra formalmente se tiene en pie, posiblemente admita un desarrollo más amplio desde el mismo material que la haría más rotunda. Ana Casarrubios muestra en Crisol una obra de ambiente muy americano en cuanto a su eclecticismo idiomático y de estética desenfadada. Bien realizada sin duda, era otra vía más y distinta entre todas las que aquí se daban

Sansueña de Mercedes Zavala es, a mi juicio, uno de los mejores ejemplos del piano español de los últimos años. Obra honda y contundente, estéticamente coherente, realiza una especie de ideal creativo sin necesidad de concesiones y demostrando que la autora es una de las mejores compositoras que tiene este país que no necesita para ser de primerísima fila más que talento, y de eso tiene de sobra.

Todas las obras tenían sus problemas técnicos, pianísticos, estéticos y de concepción eminentemente personales y hay que ser una enorme pianista para abordarlos. Isabel Dobarro lo fue y mostró por qué es una de las figuras del momento. Creo que todos los autores recibieron su exacto tratamiento y que la ejecución general fue muy brillante pues sobre el puzle de posibilidades brilló la luminosidad del caleidoscopio.

Brillante fue esta jornada del COMA 22, que encara ahora otras muchas, algunas de las cuales habrá que atender y cuya frecuentación es recomendable, aunque solo sea a efectos informativos. La labor que la AMCC hace con ellos es admirable y merecedora de atención y ayuda. Espera aún todo el desarrollo de una muestra bien concebida.

Tomás Marco