MADRID / Cien años de dinastía Halffter
Madrid. Fundación Juan March. 9-XII-2020. Cuarteto Quiroga. Ernesto Halffter: Cuarteto de cuerda, Cristóbal Halffter: Cuarteto nº 9 “Miguel de Cervantes in memoriam”. Cuarteto nº 11. Rodolfo Halffter: Ocho tientos.
La familia Halffter integra una de las más importantes dinastías musicales españolas con una ejecutoria de más de un siglo. Los hermanos Ernesto y Rodolfo y su sobrino Cristóbal, compositores de primera fila, y el hijo de este, Pedro, conocido director de orquesta, constituyen toda una saga. A los tres compositores ha dedicado la Fundación Juan March tres conciertos antológicos, coincidiendo con el 90º aniversario de Cristóbal, que culminaban en un estreno absoluto. Por la Covid, eran en streaming y radio, sin público, pero he podido estar presencialmente en el último y merece comentarse. Estaba a cargo del Cuarteto Quiroga y sus miembros Aitor Hevia, Cibrán Sierra, Josep Puchades y Helena Poggio, derrocharon técnica y calidad musical demostrando porqué constituyen uno de los mejores cuartetos actuales no ya de España sino de Europa.
El Cuarteto de Ernesto Halffter data de 1923, una precoz obra juvenil de un compositor que a los dieciocho años tiene ya mucho que decir. Mano segura escribiendo, capacidad de estructura y expresión y una poética a la que el ambiente raveliano no impide que la obra sea excelente y digna de escucharse. Lástima que sea su único cuarteto como ocurre con los Ocho tientos de su hermano Rodolfo, aunque en este caso es una obra de madurez, estrenada en el Festival de Granada de 1973. Obra exacta, lapidaria, en la que la forma renacentista española por excelencia le sirve para una explotación de estética moderna y técnicas avanzadas, siendo también una obra importante de nuestro repertorio.
De Cristóbal Halffter se reponía el Cuarteto nº 9, “Miguel de Cervantes in memoriam”, que los Quiroga estrenaron en 2016 con los Stradivarius del Palacio Real. Obra tensa, en un arco formal, que nos habla de la muerte y su transformación en el tiempo y la memoria, deconstruyendo citas de Cabezón y Morales. Y un estreno absoluto de un autor de noventa años en plena maestría que alcanza ya los once cuartetos, un corpus muy alto en la música española alcanzando casi los ya míticos quince de Conrado del Campo y los doce de Ramón Barce. El Cuarteto nº 11 es una obra memorable, entre los mejores cuartetos del autor. Cinco movimientos, rápidos los impares con una sonoridad recia y expresiva, lentos y misteriosos los pares, con explosiones bien articuladas en su centro y glosas de una misa de Andrea Gabrielli. El conjunto es de honda impresión sonora y equilibrada estructura con una gran capacidad de emotividad en su abstracto estructuralismo del mejor cuño. Gran obra de estreno y, como sorpresa, otra primera audición a modo de bis, un lapidario Final dedicado a su hermana Josefina. Gran antología de esta dinastía musical con cuatro obras que merecen estar ya en nuestro repertorio y el magnífico quehacer de unos intérpretes de lujo como son los miembros del Cuarteto Quiroga.
Tomás Marco
(Foto: Dolores Iglesias Fernández)