MADRID / Cámara de cinco estrellas

Madrid. Círculo de Bellas Artes. 13-XII-2020. Ciclo Círculo de Cámara/Fundación Montemadrid. Juan Pérez Floristán, piano, Cuarteto Casals. Brahms: 3 Intemezzi op.117. Beethoven: Cuarteto n.16 en Fa mayor op.135, Brahms: Quinteto en Fa menor op.34.
La música de cámara es la esencia del arte musical y no es fácil de hacer. En España, desde hace años, se puede escuchar en condiciones al menos tan buenas como en los mejores sitios con algunos de nuestros intérpretes, y este concierto del Círculo de Bellas Artes lo demostró cumplidamente.
Juan Pérez Floristán es uno de nuestros grandes pianistas virtuosos, y no todos los grandes solistas han sabido hacer a fondo música de cámara, ya que esa línea que va desde Rubinstein y Cortot hasta Barenboim es a menudo quebradiza. Pero Floristán no sólo es virtuoso, sino músico profundo, bien formado, y se acerca a la música de cámara con el valor de su técnica y la capacidad de hacer música en conjunto. Lo demostró ampliamente, junto a un icono camerístico como es el Cuarteto Casals en una honda versión del amplio Quinteto en fa menor op.34 de Brahms, obra sólida donde las haya, con ese potente y singular scherzo y su final impregnado de un dramatismo que no falta en los demás movimientos.
Antes, solista y cuarteto habían mostrado su valía por separado. Floristán en una emotiva versión de los 3 Intermezzi op.117 de Brahms, obra que no es fácil pero que no es de superficial pirotecnia sino de música profunda y enraizada que hay que saber hacer como sin duda lo sabe este pianista .Porque ,como un impactante oxímoron sonoro, la obra es la quintaesencia de la complicadísima sencillez. Y el Cuarteto Casals con una soberana exposición del Cuarteto n.16 en fa mayor op.35, el último de Beethoven, con ese rotundo final en el que él mismo anuncia la “difícil decisión” con su anotación musical, el famoso ¿Debe ser?, ¡Debe ser! (Muss es sein? Es muss sein!) basado en dos grupos de tres notas, siendo el segundo la inversión del primero. La pregunta es la base de todo el movimiento y se plantea en el Grave inicial del mismo (en fa menor) pero no se responde con plena afirmación hasta el Allegro (en inequívoco fa mayor). Todo el cuarteto es una pieza titánica que exige lo máximo de los intérpretes para poder construir y, a través de ello, expresar.
Vera Martínez Mehner, Abel Tomás, Jonathan Brown y Arnau Tomás, los integrantes del Cuarteto Casals, volvieron a demostrar que constituyen uno de los mejores cuartetos internacionales del momento actual. Música de cámara de auténticas cinco estrellas que no se hizo menor, sino que se reforzó, colaborando con Juan Pérez Floristán en una actuación memorable. Ciertamente, el ciclo preparado por Antonio Moral para el Círculo de Bellas Artes y la Fundación Montemadrid, constituye ya uno de los puntos fuertes del panorama musical madrileño que ni en los duros tiempos de pandemia deja de tener el máximo interés. Un continuo de emociones musicales sin interrupción pues uno de los escasos efectos buenos de la situación actual es que ha acabado casi por completo con los descansos.
Tomás Marco