MADRID / Bejun Mehta se impone a un difícil repertorio

Madrid. Teatro de la Zarzuela. 15-III-2021. XXVII Ciclo de Lied. Bejun Meta, contratenor, Jonathan Ware, piano. Obras de Mozart, Beethoven, Britten, Mahler y Haydn.
El registro de contratenor es seductor por su curiosa rareza y por el condigno repertorio del que es intérprete por excelencia. En rigor, corresponde a la música antigua, barroca y cierto sector del clasicismo, todo ello vinculado con la existencia de los castrati. Más acá, la selección ha de ser muy cuidadosa.
Meta es un contratenor de primera fila gracias a una emisión depurada, una dicción esmerilada y un trabajo expresivo basado en una minuciosa explayación de las intenciones verbales. A su servicio cuenta con una voz de suficiente caudal, buen timbre y la extensión acotada propia de su naturaleza: modestos extremos y una octava central exquisitamente elaborada donde se va de las notas blancas al estremecimiento del forte con exquisito cuidado. El discurso es elegante y cierto toque de ironía lo acentúa.
En el programa, lo mejor conseguido fue, conforme a lo dicho, la parte clásica, Mozart y el Beethoven más cercano a Mozart. En Britten y Haydn, el cantante debió asumir una identidad ambigua o femenina, un/una enamorada/enamorado y Ariadna abandonada por Teseo en Naxos. Meta superó el desafío haciéndose cargo de la peregrina faena.
Ware secundó al solista con probidad y acierto, incluyendo un intermedio pianístico, el adagietto de la quinta sinfonía de Mahler hecho por Tharaudi, con adecuado clima de salón vienés fin de siglo y correspondiente canto de sensual languidez, que inevitablemente vuelve a llevarnos hasta la Venecia de Luchino Visconti.
Blas Matamoro
(Foto: Rafa Martín)