Lucerna y Zúrich para cuatro pianistas
Sí, son cuatro pianistas, pero hay quien los guía. Y el guía, maestro en varios sentidos (al menos, piano y podio, pero su maestría va más allá), es Mijaíl Pletnev (Arjángelsk, 1957). Algunos lectores no habrán olvidado la parte importante que ocupa Pletnev en el libro El pianismo soviético, de Luca Ciammarughi, publicado por Fundación Scherzo / Antonio Machado libros, en traducción de Stefano Russomano. Es una leyenda viviente del piano, y a lo largo de siete días, en Lucerna y con la Orquesta sinfónica de la ciudad, ha impartido una enseñanza muy especial a estos cuatro pianistas. Todo, gracias a la Fundación Géza Anda, radicada en Zúrich. Veamos.
Primero, un enlace para orientarse:
Y ahora, los pianistas.
Cuatro jóvenes pianistas se enfrentan a un aprendizaje intensivo en Lucerna, al mismo tiempo que el festival, pero al margen y sin intimidad alguna entre ambos eventos. Estos pianistas son la ucraniana Dinara Klimton, el alemán Anton Gerzenberg, el chino Tianxu An y la rusa Anna Tsybuleva. No es un concurso, no hay rivalidad, aquí nadie es mejor que nadie porque ya han demostrado su superioridad como pianistas en otras manifestaciones. Premios, por ejemplo. Pero este encuentro era en sí mismo un premio, y a él había que llegar ya premiado en otros foros. La selección de los cuatro pianistas jóvenes, pero no jovencísimos, radicaba ahí, en que hubieran tenido un reconocimiento internacional por sus galardones y su trayectoria, aunque fuera incipiente: bastaba con que hubieran alcanzado un nivel de excelencia, no sé si indeterminado, pero sí demostrable y documentado. En arte no existe la igualdad. En arte, la excelencia no se hereda ni se traspasa por métodos –digamos- familiares.
El aprendizaje es el de un arte que se ha manifestado en la carrera de algunos grandes músicos: dirigir un conjunto orquestal desde el piano. Esto es, eres solistas y director al mismo tiempo. Hoy podemos pensar en ejemplos brillantes, deslumbrantes a veces, como Daniel Barenboim o Miitsuko Uchida. Pero la organización de este encuentro tiene su propio antecedente o antecesor en la figura insuperable de Géza Anda. Hemos dedicado atención a este pianista muy a menudo en Scherzo, que se fundó unos nueves años después de su fallecimiento. Hace unos meses le dedicábamos especial atención en esta página. Hay un testimonio –que es un tesoro- del arte de Géza Anda en el doble cometido de solista virtuoso y director del conjunto que acompaña. Es la integral de los veintisiete conciertos de Mozart con la Camerata del Mozarteum de Salzburgo, grabados para Deutsche Grammophon a lo largo de toda la década de 1960, y que fue producto de una serie imparable de conciertos, año tras año, en la ciudad de Mozart y en muchas otras ciudades.
Decíamos acompañamiento. En el caso de Mozart no se trata solo de acompañamiento, sino de diálogo teatral, diálogo de drama o más bien de comedia, de manera que el solista y director tiene que saber que está representando una obra con dimensiones escénicas, en la que muchos personajes surgen de la orquesta para conversar con el solista, o para oponérsele, o bromear con él; y para que los instrumentos se pregunten y se respondan al margen del solista. La pianista Belina Kostadinova, de la organización, nos lo decía con claridad, aunque en privado (espero no traicionar con esto su confianza), que un pianista, un director, una orquesta han de conocer bien, al interpretar a Mozart, las óperas principales del compositor.
Veremos mañana o pasado más cosas de este encuentro. De momento, pueden asistir al primero de los conciertos que se dieron al finalizar el curso. Fue en Lucerna, en una de las salas de la Orquesta de la ciudad:
El segundo fue en Zúrich, al día siguiente, 8 de septiembre, brillante fin del evento. Para acceder a cualquiera de las clases, basta con que se conecten a YouTube y escriban Conducting from the piano.
Seguiremos.
Santiago Martín Bermúdez
Foto de la cabecera: Gerzenberg, Klimton, Tsybuleva, Tianxu An, los cuatro pianistas.
Foto del cuerpo del artículo: Pletnev, en plena clase. De pie, Tsybuleva. A la izquierda, los otros tres pianistas.