Los discos con los que aprendimos a amar el ‘free jazz’
En 1965, John Coltrane grabó uno de sus discos más controvertidos, Ascension, un título que sentenciaba el cambio de dirección de su música hacía algo más abierto y visceral, abrazando la libertad que habían capitaneado músicos como Ornette Coleman o Cecil Taylor. Estos, entre otros, fueron ideólogos y pioneros, pero Coltrane fue el gran catalizador en la escena, el líder que sirvió de luz para gran parte de los jazzistas que darían forma a una música con muchos nombres (free jazz, new thing, avant-garde…) y no menos ramificaciones estilísticas. Toda una serie de álbumes grabados en la época, convertidos en clásicos por el paso del tiempo, sirven para ver de cerca cómo surgieron todas esas músicas.
Desde 2019, fecha en la que se refundó, el sello suizo Ezz-Thetics (https://hathut.com/) está llevando a cabo una interesante labor de revisión, reeditando algunas grabaciones capitales de aquellos años, al mismo tiempo que mantiene vivo el espíritu de su anterior encarnación discográfica. Porque Ezz-Thetics nace a partir de la legendaria disquera Hat Hut, fundada en 1975 por Werner X. Uehlinger y poseedora de uno de los catálogos más sólidos del jazz en Europa, que tras la jubilación de Uehlinger se refundó de forma independiente bajo este nuevo alias, aunque manteniendo la línea estética de las portadas y el buen gusto a la hora de publicar.
El catálogo de Ezz-Thetics, inaugurado por la primera edición autorizada del legendario concierto del trío de Jimmy Giuffre en Graz en 1961, ha ido recuperando otras joyas, desde diferentes grabaciones en directo de John Coltrane, Paul Bley o Albert Ayler a revisiones de momentos concretos en las carreras de artistas como Marion Brown, Cecil Taylor, Don Cherry o Sun Ra, siempre en ediciones cuidadas y remasterizadas específicamente para el sello. Dos de sus últimos títulos en esta línea son ejemplos perfectos de esa labor de reivindicación, y de la reveladora oportunidad de escuchar discos viejos con oídos nuevos. El primero de ellos nos conecta de nuevo con el Ascension de John Coltrane que mencionábamos al principio, mediante dos de sus protagonistas: John Tchicai y Archie Shepp. Dos años antes de participar en el seminal álbum de Coltrane, ambos saxofonistas habían fundado un grupo que no hizo demasiado ruido en su corta existencia (menos de un año), pero que con el tiempo ha sido redescubierto como una de las grandes formaciones de la época: New York Contemporary Five, un quinteto formado por Shepp, Tchicai, el trompetista Don Cherry y la sección rítmica de Don Moore y J.C. Moses.
Después de recuperar sus grabaciones de estudio en Consequences Revisited, ahora Ezz-Thetics publica Copenhagen 1963 Revisited, un CD con toda la música grabada el 15 de noviembre de 1963 en el legendario club Jazzhus Montmartre, que durante décadas ha circulado de forma desordenada y en ediciones poco mimadas, y que ahora se presenta completa y en el orden en que fue interpretada. Calificar de free jazz la música del grupo sería algo reduccionista: si bien la presencia de Cherry y el espíritu de la música remiten a Ornette Coleman, los New York Contemporary Five tenían también cierta raíz clásica, con guiños a la tradición del bop e incluso arreglos de acompañamiento durante algunos solos, dando forma y abrigando las improvisaciones de los solistas, siempre respaldadas por una sólida base rítmica. Así, más que free jazz, lo que hace el grupo es, como su nombre indica, un jazz contemporáneo en el que los solistas construyen ideas espontáneas con libertad armónica, dentro de un contexto organizado y con cierta raíz clásica.
Esta descripción podría aplicarse también a mucha música del cuarteto de Ornette Coleman que tantas puertas abrió a principios de los sesenta; una revolución que precipitó todo lo que fue ocurriendo en el jazz durante esa década. A finales de la misma, el saxofonista era ya un creador maduro con una larga trayectoria, tras sus influyentes álbumes para Atlantic, su soberbio trío con David Izenzon y Charles Moffett y sus giras por Europa. En 1968, de nuevo en Nueva York, grabó en un par de sesiones dos álbumes que no tuvieron la consideración que merecían en su momento y que, escuchados con perspectiva, son realmente soberbios. New York Is Now y Love Call, publicados originalmente por Blue Note y reunidos ahora en un solo CD por Ezz-Thetics, presentan a un cuarteto de vértigo: el gran Dewey Redman al saxo tenor (en la primera de muchas grabaciones junto a Coleman) y una sección rítmica estelar formada por Jimmy Garrison y Elvin Jones. La tentación de suponer que esta música es un encuentro entre Coleman y “la sección rítmica de John Coltrane” es natural, pero este es un grupo con entidad propia en el que el lirismo del líder está perfectamente arropado por un grupo dinámico y arrollador. De momentos más clásicos, a lo que podríamos entender como la evolución lógica y madura de la música del cuarteto de Coleman con Don Cherry a primeros de los sesenta, estos dos álbumes por los que a menudo se pasa de largo en la carrera del saxofonista muestran un momento magnífico de sus protagonistas, y son una excelente representación de todos aquellos discos de la época que nos enseñaron a amar el free jazz.
Yahvé M. de la Cavada