Lisette Oropesa ofrece un recital en el Teatro Real con arias francesas de Rossini y Donizetti

La soprano Lisette Oropesa, acompañada por el coro y la orquesta titulares del Teatro Real, bajo la dirección de Corrado Rovaris, ofrecerá en el coliseo madrileño el próximo miércoles, 30 de marzo, un concierto en el que cantará fragmentos de las óperas Guillaume Tell, Le siège de Corinthe y Le Comte Ory de Gioacchino Rossini, y de Les Martyrs, Lucie de Lammermoor, La favorite y La Fille du Régiment, de Gaetano Donizetti. Oropesa regresa de esta manera al Teatro Real, en el que en julio de 2020 se convirtió en la primera mujer que hacía un bis allí (al menos, en la historia reciente), al regalar al entusiasmado público la segunda parte del aria Addio del passato de La traviata. Dos años antes, Oropesa ya había conseguido poner en pie a ese mismo público con una memorable actuación en Lucia de Lammermoor.
Con excepción de Lucia de Lammermoor, todas las arias elegidas para este concierto pertenecen a óperas compuestas originalmente en francés, a pesar de estar escritas por dos autores italianos, Rossini y Donizetti —no en vano, ambos compositores tenían un estrecho vínculo con los escenarios parisinos— y todas ellas (salvo Lucia) fueron estrenadas con gran éxito en la capital francesa. Son óperas que precisan de cantantes hábiles, con registros agudos, de legato limpio y extraordinaria agilidad, características que han encumbrado a la protagonista de este concierto, perteneciente al ciclo Voces del Real.
Oropesa, que ha tenido esta mañana un encuentro informativo con periodistas en el Teatro Real, ha explicado que recientemente ha grabado, junto a Rovaris, este mismo programa. Su vínculo con el director italiano viene de lejos, ya que fue con él con quien cantó por primera vez La traviata, en Filadelfia.
En el encuentro, la soprano cubano-norteamericana ha remorado cómo fue aquel bis del Real de 2020: “Resultó todo muy emotivo, porque era la primera vez que cantaba en varios meses, tras el confinamiento por la covid. Se tuvo que hacer una versión corta, para que no excediera de las dos horas. Y, claro, con distancia física de seguridad entre todos los que participábamos en la función. La gente me recuerda constantemente ese bis, pero en realidad no fue un bis: debido a los cortes a los que me refiero, solo debía que cantar la primera parte del aria. Cuanto me pidieron el bis, no volví a cantar esa primera parte, sino la segunda, así que, técnicamente, no fue un bis”.
El programa que ofrecerá el día 30 será íntegramente en francés. Oropesa reconoce que se encuentra más a gusto cantando en ese idioma que en italiano o, incluso, que en español (su segunda lengua): “El francés tiene muchas más vocales que el italiano y que el español, lo cual permite a un cantante buscar más colores y más sonidos. Además, en la música francesa se trata mejor el texto que en el bel canto italiano, donde lo que realmente se busca es resaltar la belleza de la voz”.
Oropesa, que recientemente cosechó un gran éxito en Madrid, en el Teatro de la Zarzuela, cantando arias de zarzuelas españolas y cubanas, afirma que siempre está “tratando de mejorar como cantante”. “Es necesario —dice— buscar esa mejoría, porque el cuerpo está cambiado constantemente, sobre todo, en una mujer. Tu cuerpo cambia y tu voz cambia. Ahora puedo hacer papeles que no estaba capacitada para hacer cuando era jovencita, pero también me cuesta más hacer papeles que entonces hacía con naturalidad. Cuando decides ser profesional del canto, has de ser consciente de que el aprendizaje no acaba nunca: para cosechar una noche de éxito, necesitas diez años de duro trabajo, como dice un proverbio inglés. Con todo, siento muy cómoda ahora mismo conmigo misma”.
Para finalizar, Oropesa apunta que la opción de que la carrera de un cantante sea larga pasa necesariamente saber rechazar no pocos papeles: “Yo estoy diciendo ‘no’ constantemente, pero cuando eres joven eso resulta difícil, ya que estás deseando esos papeles con los que siempre has soñado. Digo ‘no’ todos los días, porque soy consciente de que hay papeles que no encajan en mi forma de cantar y porque, si los aceptará, podrían ser contraproducentes para mi futuro. Lo complicado es llegar a ese punto en el que te permitas decir ‘no’; por suerte, yo ya he llegado ahí”.
(Foto: Javier del Real – Teatro Real)