LISBOA / ‘Carmen’ se impone con la voz seductora de Catia Moreso

Lisboa. Jardines del Museo de Arte Antiguo. 25-VIII-2023. Catia Moreso (Carmen), Rodrigo Porra Garulo (Don José), Christian Lujan (Escamillo), Alexandra Bernardo (Micaëla). Orquesta del MPMP. Dirección Musical: Jan Wierzba. Georges Bizet: Carmen.
Para su 4ª edición, el Festival de Ópera de Lisboa (Operafest Lisboa) –y su infatigable directora artística Catarina Molder– ha elegido como título “Del cielo al infierno” (tras “El vértigo del destino” el verano pasado), centrándose principalmente en la ópera más famosa de Georges Bizet, Carmen (representada en cinco funciones del 18 al 25 de agosto), junto a la pareja Suor Angelica/Rigor Mortis (este segundo título es un estreno mundial) y La flauta mágica de Mozart, los días 2, 3 y 5 de septiembre.
Festival al aire libre, las veladas tienen lugar principalmente (como en el caso de los cuatro títulos mencionados) en los jardines del Museo Nacional de Arte Antiguo, con una vista impresionante al Tajo y al inmenso Puente 25 de Abril que une las dos orillas, en cuyo extremo se alza el imponente y famoso Cristo Rei, similar al que domina el Corcovado en Río de Janeiro. Aunque el encanto de un espectáculo bajo las estrellas es innegable, el recinto carece de paredes que reflejen el sonido, como en Orange o Aix, y como el Circo Massimo o las Termas de Caracalla en Roma, las veladas están por tanto sonorizadas, un dispositivo que también ayuda a contrarrestar el ruido del ferrocarril a su paso por el Tajo (por no hablar del ballet constante de aviones…). Desde luego, no son las mejores condiciones de escucha (¿cómo juzgar la potencia de una voz, por ejemplo?), pero es fácil acostumbrarse, sobre todo teniendo en cuenta que las entradas para la última velada del 25 de agosto estaban agotadas, y las últimas sillas del agradable jardín lisboeta están muy lejos del escenario (un escenario con un formato bastante limitado debido a las limitaciones del lugar). Del mismo modo, el foso de la orquesta es reducido, y se trata de una versión “más ligera” de la partitura de Bizet, concebida por Miguel Resende Bastos.
Entre las novedades de la edición de este año figuran nuevas sedes, como la Cinemateca de Lisboa el Auditorio de El Corte Inglés, el Teatro Antico y el Centro Cultural de Belém para acoger todos los actos en torno al festival de ópera, como el concurso Maratona Opera (6 de septiembre), que presenta a cantantes portugueses en un repertorio de ópera contemporánea repertorio lírico, la Máquina Lírica (26 y 27 de agosto), que ofrecía clases de canto lírico y el intérprete Gustavo Sumpta, que rindió homenaje a la magia del canto humano en “Fuerzas ocultas” (1 de septiembre). Por último, habrá conferencias sobre la ópera y Maria Callas, así como una serie de películas musicales (La flauta mágica de Ingmar Bergman, Os Cannibais de Manoel de Oliveira y el documental de Tom Volf sobre Maria Callas) completan la programación del festival. El festival, que sin duda va viento en popa, culminará el 9 de septiembre con un “Operatic Rave” en los jardines del Museo de Arte Antiguo.
En cuanto a Carmen, la producción ha tenido la suerte de poder contar con la mezzo portuguesa Catia Moreso, a la que se ha podido escuchar en numerosas ocasiones en el Teatro de Sao Carlos, el teatro de ópera de Lisboa donde es un pilar en su registro vocal, como lo fue el pasado mes de junio en el papel de Azucena en Il trovatore (donde causó sensación). Representa a una Carmen seductora, a veces incluso un poco traviesa, mientras que su voz tiene ese color cálido y seductor que la hace tan especial. Su Don José, el tenor mexicano Rodrigo Porra Garulo (en un doble reparto con Leonel Pinheiro) tiene un físico favorecedor que se adapta bien al personaje, y ofrece una línea vocal y un fraseo limpios, unos agudos firmes, y una implicación en su personaje que lo transforma gradualmente de antihéroe a verdadero protagonista central del drama. El barítono colombiano Christian Luján (afincado en Lisboa, y que también canta regularmente en el vecino Teatro Sao Carlos) encarna a Escamillo con un seductor arrastre y una voz magníficamente timbrada, siempre afinada en las entonaciones. Sin desmerecer, la Micaela de Alexandra Bernardo no alcanza la misma altura; su voz carece de amplitud, mientras que su personaje recuerda a una chica aburrida e ingenua (y por tanto a una Micaela de otra época). Los comprimarios son igualmente convincentes: Ricardo Rebelo Silva, en el papel de Zúñiga, posee una voz altisonante y una mordacidad vocal a la altura, Tiago Amado Gomes y Joao Barbas forman un dúo vocal impecable como Dancaïre y Remendado, mientras que Ana Rita Coelho (Mercedes) y Filipa Portela (Frasquita) consiguen crear, con medios puramente musicales, personajes contrastados y perfectamente coherentes, tanto en el quinteto como en el aria de las cartas.
La producción, dirigida por Tonan Quito, es tan sobria como legible, aunque la acción se haya transpuesto a finales del siglo XX (los brigadistas aquí son policías…). La escenografía de Pedro Azevedo se compone de listones de plástico rojo que delimitan el espacio escénico (al fondo), mientras que los sillones de plástico rojo están dispuestos unos frente a otros; el color rojo, asociado al drama, a la pasión, a la sangre… pero también a Carmen, es así. Más enigmáticos resultan los improbables trajes y maquillajes que luce el coro, escandalosamente variopintos. Por último, bajo la batuta de Jan Wierzba, la treintena de músicos que componen el Ensemble MPMP, bajo la batuta precisa pero impetuosa del director polaco, transmiten elocuentemente el dramatismo de la música de Bizet, a pesar de su reducido número.
Emmanuel Andrieu
(fotos: Susana Paiva)