La Ópera Nacional de Ucrania reabre sus puertas en pleno conflicto bélico
La Ópera Nacional de Ucrania reabrió sus puertas el pasado sábado, 21 de mayo, con una representación de El barbero de Sevilla de Rossini [la imagen que ilustra la noticia pertenece a una función de 2019]. Es la primera vez que suena la música en tres meses, desde que comenzó la invasión rusa el 24 de febrero. Para los próximos días se anuncia un Rigoletto de Verdi. Las actuaciones tendrán solo lugar los fines de semana, con un aforo máximo de trescientas personas (algo menos de un tercio la capacidad del teatro), con objeto de facilitar la evacuación de los espectadores a un improvisado refugio subterráneo en caso de que, durante las funciones, se produzcan bombardeos. Solo están disponibles las localidades del patio de butacas, no así los palcos. La mayor parte de los asistentes a esta atípica reapertura eran soldados, que escucharon la música de Rossini embutidos en sus trajes militares.
Gran parte de la compañía de ópera de Kiev se encuentra evacuada en el extranjero, pero algunos de los músicos de la orquesta están luchando en el frente o forman parte de las fuerzas de defensa. Es el caso de la soprano Olha Fomichova, que interpretó el papel protagonista de Rosina en esta reapertura, quien ha enviado a su hijo a Alemania para que esté a salvo mientras dure el conflicto bélico. Hace escasos días, Fomichova pudo verlo cuando se desplazó a aquel país para participar en una gala a beneficio de Ucrania. Fomichova subió al escenario con una bandera ucraniana y recibió una ovación de diez minutos.
El teatro de la ópera de Kiev ha visto mucho a lo largo de los años, dentro y fuera del escenario. Inaugurado en 1901 después de que un incendio destruyera el edificio anterior, una década después fue escenario de un dramático asesinato: el primer ministro ruso Piotr Stolypin, que asistía a una ópera de Rimski-Korsakov junto al zar Nicolás II, fue asesinado a tiros durante el descaso, mientras estaba de pie en la primera fila de la platea. Desde entonces, el teatro ha mantenido siempre una intensa actividad, salvo en dos ocasiones: la primera, cuando la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial; la segunda, durante el reciente confinamiento por la pandemia de covid.
Fuentes de la Ópera Nacional de Ucrania han admitido que, por el momento, todo el repertorio ruso ha sido excluido de su programación.