La JONDE estrena ‘Blind Contours nº 2’ de Raquel García-Tomás
La Joven Orquesta Nacional de España (JONDE) celebra del 11 al 17 de octubre su cuarto encuentro sinfónico anual en Ávila. El director estadounidense Erik Nielsen [en la foto], titular de la Orquesta Sinfónica de Bilbao, estará al frente de la formación en tres conciertos que tendrán lugar en el Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid (día 18), el Auditorio Nacional de Música de Madrid (19) y el Centro de Congresos y Exposiciones Lienzo Norte de Ávila (20). El programa seleccionado está configurado con el Preludio a la siesta de un fauno de Claude Debussy y la Sinfonía nº 1 de Johannes Brahms, además de Blind Contours nº 2, estreno absoluto de la compositora Raquel García-Tomás, obra encargo de la JONDE.
Los 76 músicos de la JONDE, de entre 19 y 27 años y procedentes de dieciséis comunidades autónomas, preparan el repertorio de esta cuarta cita anual gracias a la formación exclusiva que reciben de ocho profesores de diferentes especialidades integrantes de las agrupaciones sinfónicas más prestigiosas del panorama actual y de conservatorios superiores de música.
En palabras de la compositora Raquel García-Tomas (1984), Premio Nacional de Música 2020, “el término blind contour (contorno ciego) se asocia a una técnica de ilustración que consiste en dibujar el contorno de un objeto sin mirar al papel. Aunque se usa comúnmente como un ejercicio para aprender a dibujar –ya que desarrolla la capacidad de observación y evita la repetición de formas aprendidas– esta práctica ofrece resultados expresivos y relativamente inesperados que también atraen a ilustradores profesionales. Dado que el resultado no se puede comprobar mientras se dibuja, esta técnica implica cierto grado de aleatoriedad. Blind Contours nº 2 refleja esta idea en su discurso musical incluyendo ciertos procedimientos aleatorios dentro de un ‘entorno controlado’. Aunque los materiales musicales de esta obra están definidos dentro de un marco armónico, gestual, dinámico y tímbrico, los intérpretes tienen cierta libertad para decidir cómo tocarlos. El resultado es, hasta cierto punto inesperado, especialmente en lo que concierne al diseño microformal. Tanto el director como los intérpretes deben entender el discurso de esta obra como una oportunidad para explorar su propio sonido y creatividad”.
(Foto: Michal Novak)