La integral de los cuartetos de Conrado del Campo: una gran aventura editorial
CONRADO DEL CAMPO:
Cuarteto n.º 1 en Re menor “Oriental”. Edición de John Stokes; Cuarteto n.º 4 en Do mayor con narrador “El Cristo de la Vega”. Edición de John Stokes / Publicaciones de la Fundación Juan March / Sociedad Española de Musicología / Fundación SGAE (Madrid, 2022)
Me produce cierto rechazo el concepto de “recuperación” aplicado a músicas desusadas que ocasionalmente llegan a los escenarios públicos gracias a la aplicación y empeño de algún estudioso que pretende descubrir al mundo filarmónico un tesoro olvidado. Será porque lo efímero de estas “recuperaciones” coloca al propio concepto fuera del rigor de su significado. No se recupera nada: casi nunca se atraviesan tornos que trasladen lo desconocido a lo conocido, lo desatendido a lo demandado. Lo que suele ocurrir es una vuelta completa por la puerta giratoria que retorna los hallazgos al polvo de los archivos adonde vuelven como llegaron. Apúntese un tanto quien lo merezca, pero al final parece que el de las recuperaciones es un pudridero más donde se descomponen ilusiones de una vida musical menos rutinaria.
Téngase en cuenta entonces esta prevención cuando digo que lo que presento aquí es algo bien distinto. Algo que sí podría ser la sólida y oportuna cimentación de una recuperación efectiva. La de los cuartetos de Conrado del Campo (1878-1953), el maestro más aplicado de la llamada Generación de los Maestros, en cuya cátedra del Conservatorio madrileño se formaron legiones de compositores. Puesto a la sombra de la historia detrás del sol refulgente de Falla y de la luna de Turina, Del Campo fue un marciano, laborioso, extraordinariamente capaz e inasequible al desaliento que completó una copiosa obra en la que hay mucho de todo, porque la técnica de la composición no tenía secretos para él, la invención no le faltaba y la originalidad tampoco, aunque esta contrastara más, en principio, con las vanguardias que se fraguaron en su tiempo, que con las tradiciones que heredó. Hoy, sin embargo, su enroque y su savoir-faire son una brisa fresca e inesperada que se extiende sobre la historia de la música española de las edades de plata y plomo. En el caso de su sobresaliente producción cuartetística, por su abundancia, peso y excepcionalidad como conjunto dentro del repertorio de la música española de su tiempo, más que una brisa leve, la figura podría ser más bien la de una manta zamorana. Así, sus catorce cuartetos, compuestos en dos décadas extremas de su actividad creativa –ocho entre 1903 y 1913 y los seis últimos entre 1942 y 1952–, constituyen un conjunto monumental único que se sostiene por sí mismo, y para cuya defensa yo creo que no hace falta más que mirar a su alrededor y constatar hasta qué punto son excepcionales. Hasta ahora solo se habían publicado los números 5 y 13. Uno de ellos se ha perdido y el resto, conservado en distintas fuentes manuscritas, planteaba serios problemas de edición relacionados con la caligrafía del compositor y su renuencia a revisar y fijar versiones definitivas y pulidas de sus obras, como si escribiera solo para él, sin atención a la posteridad que ahora parece que llama a su puerta.
Por fin, los dos volúmenes que se presentan aquí inician la aventura editorial de la publicación integral de los cuartetos de cuerda de Conrado del Campo en 14 volúmenes. Un proyecto liderado por la Fundación Juan March, muy bien planificado y puesto bajo la responsabilidad de un comité formado por Miguel Ángel Marín y Tomás Garrido, quienes cuentan con un Consejo asesor constituido por seis musicólogos con perfiles de investigación tan variados como complementarios. Estas ediciones se plantean además como el resultado último de un proceso que pasa antes por la interpretación en concierto de las obras editadas. Así, los cuartetos contenidos en estos dos primeros volúmenes –el primero y el cuarto– se pudieron escuchar al Cuarteto Bretón en la temporada 2020-2021 de la Fundación Juan March y se pueden ver en su página web. Es más, en este caso, el responsable directo de las ediciones es el violonchelista del Cuarteto Bretón, John Stokes, una sólida garantía de rigor y óptimo ejemplo de que lo que se pretende aquí es la producción de ediciones críticas, pero con fines prácticos. De ahí que, con cada partitura, vayan también las cuatro particellas en cuadernillos independientes. Y todo al más que módico precio de 18€. Aquí no hay negocio; se trata sencillamente de facilitar la llegada de esa música a los atriles de cualquier cuarteto interesado.
La temporada 2021-2022 pudimos escuchar en la Juan March los cuartetos números 3 y 5 con el Cuarteto Diotima: el primero parece que no se había tocado nunca en público; el segundo, los “Caprichos románticos” –seguramente el más difundido–, se presentó en una versión más completa que la conocida. Estos serán los siguientes volúmenes que se editarán, en este caso, bajo la responsabilidad de Tomás Garrido y Aldo Mata el número 3, y de Garazi Echeandía el nº 5. El proyecto es una carrera de fondo, pero ya hay todo un engranaje puesto en marcha. Confiamos en que el interés generado y las condiciones que se han creado para que se produzca una recuperación efectiva de este repertorio sean fuerzas de inercia que ayuden a completar una empresa ambiciosa y compleja.
Javier Suárez-Pajares