La Filarmónica Checa celebra la apertura de fronteras con un concierto para 500 personas
La Orquesta Filarmónica Checa, bajo la batuta de Semyon Bychkov, ofrecerá el miércoles 24 de junio un concierto con público con el que quiere culminar todas las actividades que ha venido desarrollando durante confinamiento por la pandemia de la Covid-19. Dichas actividades se iniciaron con solamente dos músicos tocando con mascarillas higiénicas, hasta acabar con actuaciones con 62 miembros de la orquesta. Con la apertura oficial de las fronteras en el área Schengen, este concierto —al que solo podrán asistir 500 personas, siguiendo las instrucciones de las autoridades sanitarias— coincidirá también con la reapertura de galerías de artes, museos, cines y teatros en la República Checa.
El concierto tendrá lugar en los jardines del castillo de Sychrov. Será, asimismo, el recuentro de Bychkov con la orquesta después de la crisis del coronavirus. Las medidas sanitarias decretadas por las autoridades checas estipulan que los asientos del público han de estar separados 20 centímetros. Se recomienda llevar mascarillas, aunque en la República Checa se está produciendo en los últimos días un relajamiento en cuanto a esta medida (máxime en esta ocasión, ya que el concierto es al aire libre). Eso sí, antes del concierto, cada integrante de la orquesta, así como el director, el trompetista solista (Stanislav Masaryk) y el presentador del acto (Marek Eben) serán sometidos a pruebas de coronavirus para verificar que ninguno de ellos está contagiado por el virus.
El concierto, que coincide también con la noche del solsticio de verano, se iniciará con la obertura de El sueño de una noche de verano de Mendelssohn, al que seguirá el Concierto para trompeta en Mi bemol mayor de Haydn. La Sinfonía nº 5 de Beethoven cerrará esta actuación, que será transmitida en directo por la televisión checa y a través del Facebook de la Orquesta Filarmónica Checa.
Dando fe de la importancia de la ocasión, el acto contará con la presencia del ministro de Cultura de la República Checa, Lubomír Zaorálek. Este concierto es un agradecimiento a los médicos, enfermeros y profesionales sanitarios checos que han estado luchando contra la pandemia, algunos de los cuales han sido invitados ex profeso. La primera obra benéfica que realizó en estos pasados meses la Filarmónica Checa también fue en su honor y en ella se recaudó la cifra récord de 7,5 millones de coronas (casi trescientos mil euros), gracias a los donativos de más de 180.000 personas de todo el mundo.
La Filarmónica Checa lanzó, a principios de junio una serie de conciertos de cámara tan pronto como fue posible que el público asistiera a los mismos. La creencia en el poder de la música para cambiar vidas siempre ha sido un factor fundamental en la filosofía de la Filarmónica Checa. Además de recaudar fondos para los trabajadores sanitarios durante el confinamiento por el coronavirus, la orquesta celebró otros tres conciertos benéficos para recaudar fondos para las personas más necesitadas.