La canción inglesa

ENGLISH SONG COLLECTION / Canciones de Alwyn, Britten, Vaughan Williams, Butterworth, Dove, Finzi, Gurney, Holst, Ireland, Liza Lehmann, Quilter, Somervell, Venables, Walton & Warlock. / Diversos intérpretes / NAXOS 8.502507 (25 CD)
La canción de concierto es un género fundamental en la música inglesa del siglo XX. A lo largo de los años, Naxos ha ido introduciendo en su catálogo una buena cantidad de grabaciones de canciones inglesas escritas por algunos de sus mejores compositores de la pasada centuria y en las que se observan las características fundamentales del género en las Islas Británicas, sobre todo la apelación tanto a lo popular —en la adaptación de viejas tonadas por ejemplo— como a lo culto —la presencia de grandes poetas desde el siglo XVI hasta casi nuestros días—; la utilización no solo del piano como acompañante único en favor a veces del cuarteto de cuerda, el violín, el arpa o la guitarra; y la sensación que el conjunto luce de pertenencia, al mismo tiempo, a una tradición asumida y a una modernidad que se construye naturalmente. De este modo, el corpus cancioneril inglés se presenta bien compacto pero, a la vez, con la suficiente aireación como para que cada miembro del elenco muestre sus condiciones personales. Y el resultado es que, además de que canción por canción resista muy bien la comparación con el Continente, hayamos ciclos de mucha enjundia. No olvidemos que entre sus autores los hay tan grandes como Britten o Vaughan Williams y que la canción fue, en ambos casos, una de sus líneas de fuerza creadoras.
Naxos ha recogido en una caja de veinticinco compactos canciones y obras vocales de los citados Britten y Vaughan Williams más Alwyn, Butterworth, Dove, Finzi, Gurney, Holst, Ireland, Liza Lehmann, Quilter, Somervell, Venables, Walton y Warlock. La parte del león se la lleva Britten con siete discos entre los que se cuentan dos con Folk Songs Arrangements, los Canticles I-V y los Sonetos de John Donne y Miguel Ángel o las Canciones y proverbios de William Blake en versiones de referencia: Langridge, Rigby, Finley, Lott, Graham Johnson o Steuart Bedford entre sus protagonistas, es decir, fuentes cristalinas. De Finzi se nos ofrecen tres discos con nueve ciclos de canciones, incluyendo las que escribiera sobre textos de Thomas Hardy, su poeta favorito, y de nuevo en excelentes versiones a cargo del tenor John Mark Ainsley y el barítono Roderick Williams. Los dos dedicados a Roger Quilter demuestran lo exquisito autor de canciones que fue. De las cien que escribiera hallaremos aquí sesenta y nueve, con alguno de los nombres citados anteriormente más Lisa Milne y Anthony Rolfe Johnson entre otros. Simon Keenlyside se une al elenco en una antología doble del arte de Vaughan Williams en el género y en la que figuran como las Cinco canciones místicas, On Wenlock Edge, Songs of Travel, los Cuatro poemas de Fredegond Shove o The House of Life. Un disco por barba para el resto sin que falten las canciones sobre poemas de Louis MacNeice de Alwyn, las Cinco canciones isabelinas de Gurney, A Song for the Lord Major’s Table de Walton, A Shropsire Lad de Somervell —y de Butterworth—, The Curlew de Warlock, los tres grandes ciclos de Holst, las Nonsense Songs de Liza Lehmann, las canciones sobre Thomas Hardy de Ireland o las muestras del talento de quienes recogen todo este legado, como Ian Venables y Jonathan Dove. En muchas de las grabaciones que no proceden de Collins Classics son protagonistas principales el citado Roderick Williams y el pianista Iain Burnside que hacen magnífica figura junto a sus colegas más veteranos.
Es esta, pues, una caja imprescindible para los amantes de la canción de concierto en general y de la inglesa en particular. Versiones irreprochables y precio estupendo hacen de ella un tesoro.