INGLATERRA / La Inquisición española llega a la campiña inglesa
Grange Park Opera. Surrey (Inglaterra). 30-VI-2019. Verdi. Don Carlo. Marina Costa-Jackson. Ruxandra Donose. Leonardo Capalbo. Brett Polegato. Clive Bayley. Branislav Jatic. ENO Orchestra. Director musical: Gianluca Marciano
Director de scena: Jo Davies
No acabo de comprender el por qué los periódicos británicos han ignorado casi por completo la reposición del Don Carlo de Verdi en la Grange Park Opera. Ha habido cambios significativos en el reparto desde que Wasfi Kani presentó por primera vez la producción de Jo Davies en 2016, y el espectáculo está ahora alojado en un espacio de 700 asientos construido ad hoc, donde el terror de la Inquisición se siente a veces de forma tan íntima como abrumadora.
De los dos supervivientes del reparto original, Clive Bailey incorpora al personaje de Filippo II un peinado a lo Donald Trump, alternando la amenaza con la veleidad de una manera que nos resulta plenamente reconocible. También desde el punto de vista local resulta muy convincente. Por su parte, Ruxandra Dunose cantó una angustiosa Eboli, siempre en una suerte de cuerda floja emocional.
Marina Costa-Jackson fue una destacada Elisabetta, y Brett Polegato estuvo soberbio como Rodrigo. El tenor Leonardo Capalbo hizo denodados esfuerzos por gustar en su encarnación del papel titular, y confieso que no me gustaría encontrarme por ahí con el Gran Inquisidor de Branislav Jatic: me produjo mucho miedo. La orquesta, procedente de la English National Opera, parecía sentirse en Grange Park más a gusto que en su propia casa, y estuvo dirigida con nervio y precisión por Gianluca Marciano.
Me resulta muy placentera la experiencia de Grange Park. Apenas se dejan ver los típicos paletos que pueblan la pradera de Glyndebourne, con sus botellas de champán y su ruidosa ignorancia, ni tampoco los irritables vejestorios de Covent Garden. La atmósfera, bucólica en un primer momento, se profundiza con psicológica intensidad a medida que se desarrolla la ópera. El por qué los medios de comunicación británicos siguen sin prestarle la más mínima atención es un misterio, aunque luego nos dan la paliza de muchas otras maneras.
Grange Park es un tesoro que se conoce gracias al boca a boca, y su Don Carlo es una auténtica joya. No se apresuren todos a ir allí a la vez.
Norman Lebrecht