Hugo Gómez Chao, director del Festival RESIS: “Traemos a Bach y a Mozart a oír la música de Luigi Nono y Rebecca Saunders”
En siete ediciones el Festival RESIS de música contemporánea de La Coruña se ha convertido en una cita de referencia para la difusión de la creación actual. En el programa de este año, la figura homenajeada ha sido la de Luigi Nono en el centenario de su nacimiento. Conversamos con su director, el compositor Hugo Gómez Chao.
¿En qué punto se encuentra se encuentra RESIS con respecto a sus aspiraciones con el festival, tiene aún margen real de crecimiento?
Este año es la séptima edición y hemos intentado dar un gran paso en relación a ediciones anteriores. Esta séptima edición de RESIS nos ha servido para establecer vínculos con otras instituciones culturales, nacionales e internacionales, y afianzar un programa de encargos a artistas, así como los dos proyectos didácticos que se desarrollan dentro de la programación del festival. Mi intención es que RESIS cada vez ofrezca una programación mejor, más diversa y que esté a la par con las grandes programaciones europeas.
¿Cuál es el público que acude a las citas, han determinado si proviene del ámbito de la música clásica o de otras disciplinas?
Bueno, es un público muy heterogéneo. Hay un porcentaje que viene de la música clásica, claro, pero otro sector de público viene interesado por la relación con otras disciplinas, el mundo de las artes performativas, el arte contemporáneo. No sabría decirte en qué porcentaje exactamente, pero sí que cada año sumamos mucho público nuevo que se mantiene edición a edición. Este público son personas distintas con experiencias distintas sobre lo que es la música, y lo que más feliz me hace es que todas ellas puedan sentarse juntas y disfrutar de una hora de concierto.
Recientemente una de las críticas que ha recibido el festival es por su carácter académico. Sin embargo, este año lo ha inaugurado Niño de Elche…
¡Sí! ¡Es realmente irónico! Sobre todo cuando dedicamos esta séptima edición a un compositor con formación autodidacta como Luigi Nono…Quien nos haya puesto la etiqueta de “académico” debe de haberse confundido… ¿En qué modelo nos miramos? Sencillamente programamos. Vemos lo que se hace en otras programaciones y las ideas llegan solas, se presentan y de ahí nacen proyectos, colaboraciones… Yo intento programar lo mejor que sé, y eso es desde la más pura intuición musical. No me interesan las justificaciones históricas, ni estéticas ni musicológicas a la hora de conformar un programa. Me aburren. Me interesa programar pensando en cómo una obra se va a relacionar con la siguiente, en cómo el público puede entender un discurso durante un concierto…De alguna manera mi intención es conseguir una programación realmente plural, que cubra todos los campos artísticos de la actualidad, que también incorpore a las figuras clave de los últimos 50 o 60 años y que ponga todo eso en relación con el pasado, con la tradición, pero no de una manera académica, reaccionaria, cutre. Es al revés: traer a Bach y a Mozart a oír lo que hizo Nono o lo que hace Saunders. Ponerlos juntos en un auditorio para que suenen a la vez. Que se escuchen para que nosotros podamos escucharlos. Invocar a unos y a otros durante una hora para que dialoguen apasionadamente y apasionadamente se contradigan.
¿Cómo establecen la cuota gallega en cuanto a compositores y formaciones?
Bueno, siempre tenemos un/a artista en residencia que es gallego para desarrollar un proyecto en colaboración con las becas REGA de la Ciudad de la Cultura de Santiago de Compostela. A demás de eso, realizamos siempre varios encargos a compositores y compositoras gallegos y tenemos a un ensemble en residencia durante varias temporadas. Así mismo también colaboramos con otras instituciones gallegas, la Sinfónica de Galicia o la Banda Municipal de A Coruña, así que de alguna manera intentamos integrar en una misma programación un panorama general de la vida música gallega, tanto de agrupaciones, intérpretes y creadores.
Querer homenajear a un compositor de obras tan rebosadoras de contornos como Luigi Nono no es empresa fácil para una cita con un presupuesto ajustado.
Bueno, el proyecto que hemos realizado en torno a la figura de Nono es muy complejo, porque abarca muchas líneas de actuación. En primer lugar, hemos programado una exposición a partir de materiales del Archivio Ricordi de Milán y la Fondazione Luigi Nono de Venezia, a los que se suman materiales originales del Centro García Lorca de Granada y la Fundació Tàpies de Barcelona. Se presenta la figura de Nono y dos de las influencias más grandes que tuvo en España: la poesía de Lorca y su amistad con Antoni Tàpies. Al mismo tiempo, en esa exposición se suman cuatro obras de encargo que hemos realizado a 4 creadores: Marta Azaparren, Marcelo Expósito, Andrea Valdés y Niño de Elche; donde cada uno explora su relación con la música de Nono, con su vida creativa y sus opiniones polítiticas. Al mismo tiempo hacemos dos encargos a Leticia Goás, compositora coruñesa, y al artista sonoro y compositor Xoán Xil, para que desarrollen dos encargos también vinculados a Luigi Nono. Se trata de poder revisitar la figura del compositor desde el presente, ver de qué manera lo perciben hoy las nuevas generaciones de creadores y explorar su vida y obra en relación a la vida y obra de artistas contemporáneos. A esto, se suma, claro está, la propia música de Nono, intercalada en los 11 conciertos con obras que van desde obras como La Fabbrica Illuminata a Guai ai Gelidi Mostri.
¿Hay un interés real de los músicos y profesores de los conjuntos no especializados gallegos en la música de creación o es una sensibilidad que todavía ha de seguir cultivándose?
Sí, creo que hay interés, cada vez más. Poco a poco el panorama musical empieza a activarse, a explotarse más. Aquí en Galicia tenemos formaciones de primer nivel como la Orquesta Sinfónica de Galicia y la Real Filharmonía, ambos con proyectos que vinculan a jóvenes músicos dentro de algunos programas y que sirve para que conozcan de cerca un repertorio que normalmente queda más excluido del curriculum académico. Es muy importante que los jóvenes músicos conozcan y participen de estas obras (no sólo de la música contemporánea, sino de música del Barroco, por ejemplo). Cuantos más estilos toquen, más conocerán y las orquestas del futuro estarán a mejor nivel.
Una de las propuestas de RESIS este año se ha ofrecido en Madrid. ¿Es con intención de dar a conocer el certamen o con el ímpetu de extender redes, programaciones, fuera de Galicia?
Creemos que es importante compartir la programación que estamos desarrollando en Coruña. Con el motivo del centenario de Nono, creíamos que era una buena oportunidad de poder realizar algún concierto en colaboración con el Círculo de Bellas Artes, que hace décadas había tenido varios monográficos dedicados a Nono. Era una idea de retomar desde el presente el testigo de programaciones antiguas. Desde RESIS creemos que es muy importante ser un festival nacional, aunque nuestra esencia como festival esté en A Coruña, creemos que es importante poder abrirlo a la mayor cantidad de públicos posibles.
¿Tenéis alguna política de coproducciones con otros festivales, o algo planteado a este respecto?
Tenemos conversaciones, claro. Hace dos años tuvimos una coproducción con el Festival ENSEMS de Valencia, ya que Voro García y yo creíamos que era importante poder tejer una línea de colaboración entre festivales. También estamos en contacto con el Festival Internacional de Canarias, para una coproducción próximamente. Las coproducciones a nivel estatal es algo que nos falta, con el CNDM, por ejemplo. Creo que esto es algo que debería ser más frecuente entre festivales en España: poder tener una gran línea de actuación que pueda cruzar los distintos festivales para unir fuerzas y crear proyectos de otra envergadura. Poco a poco todo llega.
¿Dónde queda el Hugo Gómez Chao compositor en medio de toda la tarea de gestión del festival?
Para mí no hay mucha diferencia entre componer y programar. Disfruto pensando los programas, imaginando la fluidez de las obras, el ritmo entero de un concierto, las tensiones entre las obras. De alguna manera también estoy componiendo cuando trabajo en la temporada de RESIS. Tengo la suerte de contar con un equipo muy apasionado, y todos trabajamos juntos, así que nos repartimos el trabajo. Noè Rodrigo, que se encarga de la coordinación artística del Festival, y yo trabajamos muy duro durante el año, pero como tenemos a más personas al lado todas las labores de gestión se hacen más llevaderas. Lo importante es implicarse en lo que uno esta haciendo en cada momento. Ya esté componiendo o programando, mi cabeza siempre está pensando en música, no puede hacer una distinción tan clara entre la una y la otra. La parte positiva de programar es que estoy pensando en obras que admiro profundamente, que las conozco muy bien, que sé cómo van a funcionar. El proceso de composición es todo lo contrario, hay una tensión muy violenta entre mi mano y el papel.
Ismael G. Cabral
(fotos: Xurxo Gómez-Chao/ Festival RESIS)