Ha muerto Bernard Haitink
El director de orquesta holandés Bernard Haitink, uno de los maestros más relevantes y reconocidos de los últimos setenta años, falleció ayer en Londres a los 92 años de edad.
Nacido en Ámsterdam en 1929, Haitink debutó en 1956 al frente de la Orquesta del Concertgebouw sustituyendo a última hora a Carlo Maria Giulini. Desde entonces, y hasta finales de la década de los ochenta, su carrera estuvo ligada estrechamente a la prestigiosa centuria holandesa, de la que fue titular a partir de 1961, compartiendo el cargo con el veterano Eugen Jochum. En 1967 asumió también el puesto de director titular de la Orquesta Filarmónica de Londres, y a finales de los setenta del Festival de Glyndebourne, para posteriormente ponerse al frente del Covent Garden londinense. A principios del siglo XXI, y tras dos años de titularidad con la Staatskapelle de Dresde, la carrera de Haitink prosiguió de forma independiente, dirigiendo regularmente a las más importantes orquestas mundiales hasta su retirada definitiva en 2019.
Reconocido como uno de los grandes mahlerianos de la segunda mitad del XX -ahí están sus dos integrales en disco para dar fe- Bernard Haitink destacó asimismo en autores como Bruckner, Strauss, Mozart o Beethoven. Fue sin duda un gran maestro del canon sinfónico, pero su trayectoria estuvo también íntimamente ligada a la ópera, como atestigua su ingente legado discográfico. Sus grabaciones de las grandes óperas de Mozart o Strauss siguen siendo canónicas.
Su estilo directorial, como él mismo afirmó en más de una ocasión, buscaba un equilibrio entre lo intelectual y lo emotivo. Maestro metódico y minucioso, sus lecturas se caracterizaban por una deslumbrante perfección técnica y un escrupuloso respeto a la partitura, lejos de cualquier exceso subjetivo o retórico, y no obstante lejos también de cualquier frialdad objetiva. Una cuadratura del círculo interpretativo que marcó un estilo y le hizo acreedor de un respeto universal en la profesión.