GRANADA / Antología sacra de Monteverdi
Granada. Monasterio de San Jerónimo. 6-VII-2019. LXVIII Festival Internacional de Música y Danza de Granada. Vox Luminis. Director: Lionel Meunier. Obras de Monteverdi.
Otro de los acontecimientos musicales de la presente edición del Festival de Granada ha sido la participación del conjunto músico-vocal belga Vox Luminis en su tercera jornada sabática matinal interpretando un escogido programa de música sacra de Claudio Monteverdi, teniendo como hilo conductor piezas de su famosa colección Selva morale e spirituale, obra de primerísima importancia dentro de su catálogo y, de alguna manera, una suerte de último legado de su pensamiento musical.
El concierto se inició con el Gloria, Sv 258 de la mencionada colección, en donde ya se pudo percibir que nos encontrábamos ante una interpretación marcada por la excelencia, por el sentido descriptivo que se dio a cada uno de los momentos que recogen los versos de esta oración de origen y destino trinitarios. Vox Luminis consiguió una perfecta simbiosis entre música y palabra, uno de los grandes secretos de esta música que preludia el drama lírico. Siguiendo con este bosque moral y espiritual, el conjunto belga afrontó con gran brillantez el motete salmódico Dixit Dminus secondo, para ocho de las diez voces con las que se presentaba esta agrupación, estando a la misma altura el conjunto instrumental liderado desde el órgano por Anthony Romaniuk, todo un especialista en música barroca para teclado y sustancial catalizador de todo el programa.
Uno de los pasajes más emocionantes fue Beatus vir, Sv 268, por el destacado contraste alcanzado en la expresión de sensaciones como la alegría, la gracia y la dulzura con las que cantaron los iniciales versos salmódicos y la recitada sección central, que apuntaba cierto carácter dramático. Le siguió el motete Adoramus te, Sv 289 en el que pudimos disfrutar de puntuales protagonismos de soprano, alto y bajo sobresaliendo del resto del coro que cantaba en monodia, lo que enriquecía su escucha con una atractiva disimilaridad.
Vox Luminis interpretó a continuación el motete a cuatro voces Cruxifixus, Sv 259, en este caso pensado aisladamente y por tanto descontextualizado del Credo, lo que facilitó al grupo acentuar su contenido meditativo, para seguidamente ser contrastado con la Laetaniae della Beata Vergine, Sv 204, también un motete a seis voces cuya música irradia un marcado sentido de profunda devoción mariana.
Antes de afrontar el Magnificat Primo, Sv 281 a ocho voces, que con gran solemnidad cerró el programa, se pudo admirar el sentido de piedad sensitiva que dieron al motete para cinco voces Christe, adoramus te, Sv. 294 dado el brillo conseguido en sus duetos y el cadencioso discurrir de algunos momentos de la obra, dejando en el oyente, con la ayuda de la reverberación del templo, una sensación verdaderamente notable de mística suntuosidad acústica. Le siguió el motete también a cinco voces Confitebor tibi Domine III, Sv 267 en el que destacó la voz de soprano que se alternaba con el coro, dando la sensación de un primigenio estilo operístico en su ya de por sí previsible discurso que adopta en esta pieza el stile alla franzese.
Con esta extraordinaria actuación de Vox Luminis, el Festival cerraba el ciclo de sus matinés de música antigua, que ha tenido una calidad artística de absoluta excelencia, hecho que ha propiciado la presencia masiva de un público entusiasmado.
José Antonio Cantón
(Foto: Fermín Rodríguez – Festival de Granada)