Fallece el pianista Paul Badura-Skoda
El pianista y fortepianista austriaco Paul Badura-Skoda murió el pasado miércoles, 25 de septiembre, en Viena, a la edad de 91 años. La noticia se ha conocido hoy, tras ser anunciada por el propietario de la compañía discográfica Gramola, Richard Winter. Sus últimos años estuvieron marcados por una enfermedad grave, pero a pesar de ella en todo momento se resistió a dejar su actividad musical. Badura-Skoda llevaba 70 años en los escenarios de todo el mundo. Hasta hace no mucho, seguía tocando en directo, grabando discos y ejerciendo la docencia.
Nacido en la capital austriaca en 1927, el talento de Badura-Skoda no tardo en florecer, lo que le llevo a colaborar con directores de la talla de Wilhelm Furtwängler y Herbert von Karajan, quienes no dudaron en contratar al entonces desconocido Badura-Skoda para varios conciertos en el año 1949. Las invitaciones de estos dos directores le hicieron famoso de la noche a la mañana.
Badura-Skoda tenía una rica paleta de sonidos: podía tocar como trueno y susurrar con ternura. La curiosidad marcó siempre su camino. La curiosidad por explorar músicas desconocidas y, también, por explorar instrumentos del pasado. Él fue uno de los primeros músicos que abogaron por volver a utilizar los fortepianos de finales del siglo XVIII y principios del XIX. Fruto de esa curiosidad, fue, asimismo, un gran coleccionista de instrumentos de teclado.
Además de esos 70 largos años de actividad concertística, Badura-Skoda deja un legado de más de doscientas grabaciones, incluidas las integrales de sonatas para fortepiano de Mozart, Beethoven y Schubert.