¿Es este el fin de la ópera en los Estados Unidos?

Es de todos conocido que el Met de Nueva York acarrea un déficit mayor que el presupuesto total de la siguiente compañía de ópera más grande de los Estados Unidos. La industria operística de EE.UU. depende de que el Met funcione a pleno rendimiento, atrayendo a las estrellas internacionales y la atención del sector en su conjunto.
Cuando el Met anuncia su cierre absoluto por un periodo de al menos un año, como lo hizo ayer por vez primera en sus casi ciento cincuenta años de historia, el resto del universo lírico norteamericano entra en estado de coma. Los asiduos a los teatros de ópera, los patrocinadores y los ejecutivos de ciudades alejadas de Nueva York pensarán: si el Met no puede permanecer abierto, tampoco nosotros.
Apenas han pasado unas horas desde el anuncio del Met y todavía estamos evaluando las consecuencias. Pero que nadie se llame a engaño: la gravedad del golpe para la ópera en América es incalculable. En el mejor de los casos, puede tardar años en recuperarse.
Norman Lebrecht