El violinista español Javier Lupiáñez descubre una nueva sonata de Vivaldi
El violinista y musicólogo español Javier Lupiáñez [en la foto], director del grupo Scaramuccia, ha conseguido reconocer los detalles del lenguaje de Vivaldi en una sonata para violín y continuo localizada en una biblioteca alemana. Actualmente, la sonata estaba atribuida a otro compositor por la propia la biblioteca donde se encuentra así como por el RISM (Repertorio Internacional de las Fuentes Musicales).
Ante el hallazgo, ocurrido este mismo verano, Lupiáñez se puso inmediatamente en contacto con su colega Fabrizio Ammetto, musicólogo italiano especialista en Vivaldi, y juntos elaboraron un artículo que se publicará en el próximo número (2023) de la revista Studi vivaldiani, además de la edición crítica que publicarán la editorial Ricordi y el Istituto Italiano Antonio Vivaldi. El consejo editorial del Istituto Italiano Antonio Vivaldi (IIAV) ya ha confirmado la autoría de Vivaldi de la nueva sonata para violín y bajo continuo, que actualmente se encuentra a la espera de recibir un número de catálogo oficial (RV).
Según el especialista Michael Talbot, se trata del ejemplo más explícito en Vivaldi de una «Sonate auf Concertenart», es decir, un tipo de sonata que Vivaldi usaba a modo de “tarjeta de presentación” para mostrar sus grandes habilidades como virtuoso. Estas sonatas son bastante inusuales en el repertorio italiano anterior a Tartini, lo cual hace de esta composición una sonata muy especial, ya que está datada en la segunda década del siglo XVIII.
(foto de Javier Lupiáñez: David Morales. Sobre estas líneas, detalle del manuscrito de la sonata recién atribuida a Vivaldi y descubierta por Lupiáñez)