El Festival de Torroella recupera en agosto su faceta más clásica
En plena eclosión jazzística (25-28 de julio), el Festival de Torroella coge impulso para dar un giro a su programación desde la próxima semana. El 29 de julio, el joven conjunto La Vaghezza [en la foto] empieza una residencia que culminará el 1 de agosto con un concierto de música italiana de los siglos XVII y XVIII. Al día siguiente, Jordi Savall ofrecerá en Memorias de la esclavitud una ruta musical de más de cuatro siglos por tres continentes (Europa, África y América). La reinterpretación bachiana del pianista Dan Tepfer y la coreógrafa y bailarina María Muñoz (día 3) dará paso a las versiones filológicas de Ton Koopman y su Amsterdam Baroque Orchestra & Choir el día 4. Fabio Biondi y Giangiacomo Pinardi tocarán música para violín y guitarra de Paganini (6), mientras que el conjunto Cantoría se paseará el día 8 por piezas de distintos cancioneros. Un día después, La Grand Chapelle de Albert Recasens presentará música sacra de Antonio Soler. Gli Incogniti de Amandine Beyer saldrán de su repertorio más habitual y se probarán en sinfonías y conciertos de Haydn (18 de agosto).
En el apartado de los recitales, Concerto Zapico Vol. 2 presentará a Forma Antiqva en su versión básica de trío para clave, tiorba y guitarra (día 13); Joaquín Achúcarro ofrecerá un programa Mozart, Beethoven, Mompou, Falla (14) y no menos exigente será el concierto del Cosmos Quartet con obras de Schubert, Ligeti y Beethoven (día 16); el dúo formado por el contratenor Carlos Meña y el acordeonista Iñaki Alberdi viajará desde Josquin Desprez hasta Joan Magrané (20 de agosto). El concierto de clausura (día 22) correrá a cargo de la Orquesta Sinfónica del Vallès y Rubén Gimeno en los Conciertos para piano nº 2 de Beethoven y Rachmaninov con Giuseppe Andaloro como solista.